9 consejos para saber cómo dar una mala noticia

La importancia de saber comunicar desgracias

Lidia Nieto
En este artículo
  1. Pautas para dar una mala noticia

Comunicar una mala noticia a alguien es complicado si no se tienen las habilidades sociales ni los métodos necesarios para enfrentarse a esa situación. ¿Sabrías cómo enfrentarte al momento de anunciarle a alguien la muerte de un familiar y cómo consolarle para que no se derrumbe e, incluso, pueda caer en una depresión? ¿O cómo explicarle a tu mejor amiga que has visto a su novio/marido/pareja en medio de una situación más que amorosa con otra persona sin que ella piense que la puedes estar mintiendo? Son circunstancias difíciles y duras, en las que cuesta encontrar la palabra adecuada y en las que, además, es importante mantener una postura firme para no acabar discutiendo o peleando con la otra persona. Te damos 9 útiles consejos para saber cómo dar una mala noticia y afrontar el hecho con toda naturalidad.

Pautas para dar una mala noticia

"Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable, pero dejad que las malas noticias se revelen por sí solas", escribió el escritor británico William Shakespeare. Cuando tengamos que comunicar algo desagradable o triste, podemos seguir el consejo del autor de Romeo y Julieta o ser valientes, sentarnos frente a la otra persona e, intentando lastimarla lo menos posible, darle esa mala noticia. Para que la situación sea lo menos incómoda y más llevadera para las dos partes, hemos creado para ti una guía completa para saber cómo dar una mala noticia. 

1 ¿Quién debe dar esa mala noticia? 

Cuando se comunica una circunstancia negativa, hay que tener en cuenta muchos factores, pero quizás el primero y más importante es seleccionar quién debe ser el portador de esta mala noticia. Muchas veces por las prisas y porque queremos y tenemos mucho aprecio a la otra persona, asumimos nosotros esa responsabilidad, pero quizás estamos equivocados. Si el suceso está relacionado con el entorno familiar de esa persona y nosotros no formamos parte de él (somos simplemente amigos, los mejores del mundo, pero amigos), lo más indicado es que sea alguien de su clan el que se siente a hablar con ella. También, en función de la gravedad de los hechos, se debería plantear la ayuda de algún profesional, alguien con más experiencia en este campo. 

2 Ponerse en la piel de la otra persona 

Nadie está preparado para dar una mala noticia, de igual manera que nadie está preparado para recibirla. Es duro escuchar y asumir, por ejemplo, que un ser querido ya no está con nosotros o que una enfermedad grave puede acabar con su vida de manera fulminante. Quizás no estamos listos para escucharlo, tal vez necesitamos tiempo para asumir tanto dolor. Si tienes que comunicar una noticia de estas características, piensa cómo está la otra persona en ese momento. Imagínate que la acaban de despedir de su empresa después de 20 años dejándose la piel día tras días, ¿crees que en su estado emocional aguantaría un anuncio de este tipo? U otra circunstancia, tienes que hablar con una amiga para contarle algo no muy bueno que la afecta de lleno, pero te acabas de enterar de que está embarazada de tres meses después de dos abortos, ¿piensas que su momento de gestación pueda verse peligrar si le comentas algo sobre ese acontecimiento? Quizás, es mejor esperar a que anímicamente o físicamente esté mejor. 

3 La reacción de la otra persona

Algo que te puede ayudar a elaborar tu discurso es imaginarte cuál será la reacción y el comportamiento de esa persona al recibir la noticia. Tú conoces bien cómo es y cuál puede ser su conducta, y eso te puede ayudar a diseñar esa estrategia para que el anuncio sea más o menos llevadero y le cause el menor daño posible. 

4 La importancia del momento adecuado

Aquí no hay más que utilizar un poco el sentido común. ¿Crees que en medio de una celebración tipo cumpleaños, bautizo, comunión o boda se puede dar una mala noticia? No, inviable. ¿Piensas que una noche de fiesta puede ser un momento óptimo para anunciar una circunstancia de esta índole? Tampoco, de ninguna manera. Busca un entorno distendido y relajado, una situación en la que ambos estéis relajados y donde el estrés y las prisas se mantengan en un segundo nivel. No empieces a hablar si sabes que tiene que irse en un periodo de tiempo corto. Lo que le tienes que comentar es algo grave que necesita su proceso, tanto para comunicarlo por tu parte como para asumirlo por la suya. 

5 Y del sitio correcto 

En relación con el punto anterior, nos encontramos con el lugar propicio para dar una mala noticia. ¿Lo hay? No, no existe, pero sí nos podemos encontrar con aquellos que son más afines a nuestro cometido. Busca un lugar neutral, aquel en el que no haya peligro de distracciones ni de que nadie os pueda molestar; por ejemplo, si la otra persona tiene niños, intenta no hacerlo en su casa cuando estén los pequeños merodeando por allí.

6 Colócate en un lugar próximo

Una vez que lances esta bomba de relojería, puede que todo estalle por los aires. Esa persona puede empezar a derramar lágrimas sin parar y, entonces, más que nunca va a necesitar un hombro donde llorar, unas manos que agarrar y unos brazos en los que cobijarse. ¿Crees que si estáis sentada cada una en una silla con una mesa de por medio puede facilitar cierta cercanía y proximidad? Realmente no. Un consejo: antes de hablar con ella, busca un sofá cómodo donde ambas estéis a gusto y donde ella se sienta cerca de ti. ¡Lo va a agradecer y mucho! Y, sobre todo, intenta no comunicar nunca esa noticia cuando las dos personas estéis de pie. Aunque puedas anticipar cómo será la reacción de la otra persona, nunca podrás predecir si el impacto será tal que pueda marearse o perder el conocimiento. Si estáis sentadas, todo será más fácil. 

7 Prepárate tu discurso 

Ante una situación de este tipo, es muy importante que sepas lo que vas a decir. Tómate tu tiempo para preparar tu discurso, para elegir bien las palabras que vas a utilizar e, incluso, ensaya delante de un espejo para que todo salga más o menos bien. Sin embargo, nunca olvides que aunque lo tengas todo bien preparado, nunca puedes adivinar qué pueda ella decir al respecto. ¿Se mantendrá callada? ¿Comenzará a elaborar un montón de por qués? ¿Negará la evidencia? ¡Cualquier cosa es posible! 

8 Sé directo

Lo que está claro es que tu lenguaje debe de ser directo y que de nada te va a servir andarte con rodeos. Con esto no queremos decir que en cuanto la tengas enfrente, tú comiences a hablar sin parar, pero tampoco es muy recomendable que te vayas por las ramas. Después de unos minutos de breve conversación, empieza a tratar el tema de manera neutral y objetiva. 

9 No te demores

"Nada viaja a mayor velocidad que la luz que la posible excepción de las malas noticias, las cuales obeden a sus propias leyes". Esta frase del escritor y guionista inglés Douglas Adams nos sirve para darnos cuenta de que si retrasamos mucho el momento de comunicar esta noticia puede que las circunstancias nos adelanten, todo se precipite y la otra persona sufra mucho más. Es complicado, nunca queremos que llegue ese momento, pero hay que encontrar el coraje y la fuerza necesaria y enfrentarnos a él sin miedos. Arrepiéntate de lo que haces y no de lo que no haces. 

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