9 falsos (y sorprendentes) mitos sobre la bisexualidad: revisa tus ideas

Leyendas sobre las personas bisexuales que deberías conocer y eliminar de tu mente

Isma Pérez, Periodista especializado en LGBT+
En este artículo
  1. La normatividad como principal elemento creador de los mitos
  2. 9 mitos y leyendas sobre las personas bisexuales

Existen numerosas ideas preestablecidas que funcionan como verdades absolutas y determinan la manera en la que actúa o se comporta un determinado sector social. Los mitos y las leyendas no están limitadas al folclore, ya que también se vinculan con algunas esferas sociales en base a las características de las mismas.

La raza, el color de la piel, la economía o el género son algunos de los campos en los que los mitos están muy presentes. El colectivo LGBT+ es uno de los más afectados por este tipo de pensamientos y sufren una distorsión de su imagen provocada por estas falsas verdades.

Las personas bisexuales son una de las realidades propias del colectivo LGBT+ que más sufre por esta razón. Desde Diario Femenino te traemos los 9 falsos y sorprendentes mitos sobre la bisexualidad para que revises tus ideas, ¡empezamos!

La normatividad como principal elemento creador de los mitos

Nos hemos criados en un sistema que dictamina qué es lo normal y quiénes son las personas que se integran dentro de esta noción tan subjetiva como abstracta. Para muchos y muchas, la normalidad se compone de aquellos rasgos, comportamientos o actitudes que concuerdan con los propios. Este término se ha introducido en todos y cada uno de los ámbitos de la sociedad en la que escuchar la frase "es lo normal" o similares se ha convertido en lo habitual.

Lo normal se ha ido moldeando con el paso del tiempo y se ha transformado en un conjunto de normas que establecen lo que está bien o está mal para la mirada ajena, pasando a ser denominado como normatividad. Este concepto se ha arraigado fuertemente en los diferentes sectores sociales llegando, incluso, a tomar condiciones, como la raza o el género, para establecer diferenciaciones entre los diferentes sujetos.

La heteronormatividad es una de las formas que puede adoptar y afectar a aquellas personas que no se identifican con la heterosexual. Es decir, la orientación íntima, emocional y romántica dirigida hacia una persona del género opuesto se muestra como la única opción verdadera y posible, dejando otras en los márgenes de la normalidad y tildándolas de anormalidad, fomentando la homofobia.

En base a ella, se construyen una serie de normas y códigos universales que fomentan la aparición de determinadas actitudes dirigidas a las personas cuya orientación se aleja de la hegemónica. Entre estas destaca la discriminación, la desigualdad o a la aparición descontrolada de estigmas y prejuicios que afectan y atentan contra la imagen que se puede percibir de estas personas. De este modo nacen los mitos y leyendas que afectan a muchos colectivos, en concreto al LGBT+.

9 mitos y leyendas sobre las personas bisexuales

1 La bisexualidad es una etapa

El mito de la etapa transitoria es el más común en relación con la bisexualidad. Debido a la confusión que genera en muchas personas y la incomprensión, se tiende a utilizar este mensaje homófobo, entre otros, para devaluar o menospreciar a las personas que se identifican como bisexuales o sienten una atracción simultánea por personas de ambos géneros.

Al igual que ocurre con la heterosexualidad o la homosexualidad masculina y femenina, la bisexualidad no es una etapa y está considerada como una orientación más dentro de todas las posibilidades existentes. Además, hay que recordar que muchas personas antes de definirse como bisexual se construyen como personas heterosexuales, por lo que se podría afirmar que la heterosexualidad es la verdadera etapa.

2 Una persona bisexual está confundida

Si una persona muestra interés romántico, íntimo o de cualquier aspecto afectivo hacia los dos géneros es que se encuentra confundida. Esta afirmación es totalmente errónea y una manera de perpetuar los prejuicios que afectan a la bisexualidad. Este tipo de mensajes atentan contra estas personas y se deberían pronunciar otras frases de apoyo tanto a esta realidad como al resto.

La confusión se encuentra muy conectada con el anterior mito, ya que suele mostrarse como un complemento de la fase transitoria. Esta responde a la incomprensión de muchas personas, principalmente heterosexuales, que no entienden los motivos por lo que una persona pueda sentir una atracción bidireccional. El truco está en dejar de intentar entender todas y cada una de las condiciones y particularidades de las/os demás y centrarse en lo que siente una/o misma/o.

3 La bisexualidad es sinónimo de deslealtad afectiva

La deslealtad no forma parte ni es una característica propia de ninguna orientación, identidad o expresión de género, sino que se encuentra vinculada con la forma de ser de las personas y sus valores. Replicar esta idea es caer en un prejuicio que daña seriamente la imagen de estas personas y ayuda a perpetuar los estigmas que afectan a todas y cada una de las siglas pertenecientes al acrónimo LGBT+.

4 La promiscuidad es una característica propia de la bisexualidad

El mito de la promiscuidad es una herencia propia de la religión y se ha asociado no solo a las realidades diversas, sino que también a la feminidad. Al igual que ocurre con la deslealtad, la promiscuidad se ha convertido en uno de los estigmas que más se relaciona con el colectivo LGBT+. Es erróneo asignar una forma de entender la sexualidad a un colectivo entero o transformarlo en una verdad universal.

5 Un/a bisexual siempre elige un lado

Una persona bisexual no está obligada a decantarse por una u otra posibilidad de relación en un periodo de tiempo concreto. Un o una bisexual puede estar toda su vida con una misma pareja, con independencia de su género, o estar alternándolo en función de sus necesidades, intereses o atracciones. En definitiva, una persona bisexual conoce sus gustos y los motivos por los que sabe que esa es su orientación.

6 Si tiene una relación prolongada con una persona del género opuesto deja de ser bisexual

Esta afirmación supone uno de los estigmas más potentes que se asocian con la realidad bisexual. La orientación no cambia en base a su pareja o por la persona que siente una atracción. Ambos son conceptos totalmente contrarios, es decir, por un lado está la persona con la que compartes tu vida y por otro la atracción que puedas sentir hacia los demás.

Nadie deja de ser lo que es por influencia de agentes externos como una pareja sentimental o el género de la misma. Este mito actúa como un mecanismo de invisibilización y ocultación de una realidad que tiende a ser ignorada por la hegemonía heterosexual, incluso dentro del propio entorno familiar.

7 Si te gusta una persona del género opuesto dejas de ser bisexual

Mentira, una persona bisexual lo sigue siendo con independencia de la atracción física, emocional o íntima que sienta por una persona u otra en función de su género. Este mito, al igual que el anterior, actúa como una forma de invisibilizar y menospreciar una realidad que se escapa de la comprensión ajena.

8 Pueden parecer personas heterosexuales

Esta afirmación responde a la imagen establecida y limitada que se tiene de la diversidad genérica, es decir, una persona es catalogada, por la mirada ajena, como heterosexual u homosexual en base a su acompañante y jamás se contempla la posibilidad de que sea bisexual. Se debe comenzar a derribar este tipo de ideas preconcebidas y asimilar mensajes de apoyo a la bisexualidad en lugar de destructivos.

La sombra de la heterosexualidad o, incluso, de la homosexualidad, se prolonga de una forma tan escandalosa que opaca otras realidades como la que ocupa este artículo u otras como la pansexualidad, fomentando los mensajes y ataques de homofobia.

9 La bifobia no existe 

Para muchos, identificar cada uno de los tipos de rechazo que se dirigen hacia las diferentes siglas del acrónimo es algo innecesario, por lo que prefieren economizar el lenguaje e identificarlo como homofobia. Este alegato es un claro ejemplo de bifobia en todo su esplendor, es decir, ignorar o querer rechazar la bifobia supone en sí mismo un acto bifóbico.

La bifobia o rechazo a la bisexualidad se ha conformado para dar visibilidad a esta realidad y denunciar las situaciones de discriminación y desigualdad a las que se tienen que enfrentar a diario.

Estos son los 9 falsos y sorprendentes mitos sobre la bisexualidad. Con total seguridad habrás escuchado alguno de ellos, al menos, una vez en tu vida. Ahora que sabes que no son verdad, puedes ofrecer una argumentación para deconstruir estos estigmas y contribuir a la eliminación de los prejuicios. Si tienes alguna duda o quieres dejarnos tu opinión, no dudes en hacerlo en los comentarios, en Diario Femenino estaremos encantadas de leerte.

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