Cómo superar la falta de ilusión: aprende a cultivarla

La ilusión es nuestro principal alimento y a veces nos quedamos sin ella

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Para qué sirve la ilusión
  2. Por qué te quedas sin ilusión
  3. Cómo cultivar la ilusión

Necesitamos la ilusión para seguir adelante, para protegernos frente a la melancolía y la tristeza y para no quedarnos paralizadas. Necesitamos la ilusión, lo mismo que necesitamos nuestros sueños, pero a veces nos quedamos sin ella. Y nos damos cuenta, sabemos perfectamente que nos falta ilusión en el día a día. ¿Sabes cómo cultivar la ilusión? Te lo contamos para que la recuperes.

Para qué sirve la ilusión

No es el despertador el que te levanta por las mañanas, es la ilusión. La ilusión es una especie de alimento interior que te motiva para continuar. Si no puedes pasar sin ese café cada mañana, tampoco puedes pasar sin ilusión, que es la que te da energía vital. La ilusión también sirve para ser feliz, no en todo momento, no las 24 horas del días, pero sí para tener la sensación de que la vida vale la pena.

El término motivación, que está tan de moda y que parece restringido al ámbito laboral, también funciona en todos los ámbitos de la vida. Necesitas una motivación (o unas cuantas motivaciones) y se nutre de tus ilusiones, de lo que te gusta hacer en este preciso momento y de lo que te gustaría hacer un poco más adelante.

Por qué te quedas sin ilusión

Siendo la ilusión tan importante en nuestras vidas, enseguida te das cuenta cuando te falta. No tienes ganas, no tienes esperanza, estás desmotivada, estás frustrada y la ilusión se ha ido muy lejos. Ahora sí, el único que te levanta por las mañanas es el despertador y no es la mejor compañía para vivir este día.

La falta de ilusión tiene muchas causas, un bajón anímico, una sobrecarga de responsabilidades, cansancio, decepciones, errores, fracasos, rupturas sentimentales, discusiones familiares. Otras veces pensarás que tu ilusión se ha escapado de tu vida sin más, pero siempre hay un motivo y deberás hacer un ejercicio de introspección para saber por qué te ha abandonado la motivación. Vigila especialmente los ámbitos del trabajo, de la familia y de la pareja, aunque también puede ser algo más general como ese vacío existencial que a veces ocurre.

Cómo cultivar la ilusión

Venga de donde venga la falta de ilusión, puedes recuperarla. La ilusión, como el amor y la felicidad, también hay que cultivarla y tenemos algunas ideas para que la recuperes cuanto antes.

1 Pequeños cambios que te cambian la vida

Puedes empezar por introducir pequeños cambios en tu día a día. Hacer cosas diferentes que rompan tu rutina diaria, saltarte las normas de vez en cuando, tus propias normas. Se trata de pequeños cambios, como tomar el café en un lugar diferente, ir al trabajo andando en lugar de en coche o tomarte un té a solas en un bar al salir de trabajar.

2 Revisa tus objetivos

La falta de ilusión te deja sin objetivos a corto, medio y largo plazo. Y así no puedes estar. Revisa tus objetivos porque tal vez se han quedado obsoletos en esta etapa de tu vida y recupera los que te pueden servir. También puedes establecer objetivos nuevos, no pasa nada, pero procura que sean pequeños al principio para que puedas cumplirlos. Según vas cumpliendo objetivos, te irás motivando y notarás cómo la ilusión vuelve a tu vida.

3 Las cosas que te gustan

La vida no merece la pena si no haces lo que te gusta. Es cierto que habrá responsabilidades que tengas que cumplir que no se ajustan a tus gustos, pero dedica un poco de tiempo cada día a hacer esas cosas con las que disfrutas, las que te sacan una sonrisa o las que te recuerdan quién eres. Un café con las amigas, una tarde de lectura, un paseo por el parque, tricotar o, ¿por qué no? aburrirte un poco en el sofá son cosas sencillas y asequibles que te devolverán el gusto por el momento presente.

4 La primera vez

Ahora tienes que dar un paso más y atreverte a hacer algo por primera vez. La primera vez que haces algo te llena de ilusión y según van pasando los años cada vez tenemos menos primeras veces. Pero busca a tu alrededor, seguro que hay mil cosas que aún no has probado a hacer. Prueba algo nuevo, aprende algo nuevo, ten alguna sensación nueva.

5 Desconectar para recuperar la ilusión

¿Y si toda esta desidia es porque estás cansada? De hecho es la causa más frecuente de la falta de ilusión. Tus obligaciones diarias son demasiadas y estás agotada. No, puedes librarte de ellas para siempre pero seguro que puedes desconectar unos minutos, una tarde o incluso un fin de semana. Desconectar y relajarte hace milagros a la hora de cultivar la ilusión.

6 A grandes males, grandes remedios

Hay veces que no basta con estos pequeños gestos para recuperar la ilusión. Cuando se trata de un vacío existencial, cuando no tienes ilusión porque no te gusta tu vida, porque te sientes estafada por la vida y por ti misma, es el momento de hacer un gran cambio. Salir de la zona de confort cuesta mucho, pero una vez que lo haces nunca te arrepientes. Porque en el momento en que saltas, la ilusión vuelve a estar al mando en tu vida.

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