La importancia de aprender a poner límites en tu vida (y cómo hacerlo)

Para qué sirve poner límites y qué sucede si no expresas tus necesidades

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué significa poner límites?
  2. ¿Para qué sirve poner límites?
  3. Poner límites a los niños: un concepto diferente
  4. ¿Cómo poner límites? 4 pasos para marcar tus necesidades

Los límites nos permiten definir qué queremos en nuestra vida y qué no, qué nos aporta y qué no, qué estamos dispuestos a tolerar y qué no… Nos dan estructura y son una forma de cultivar el amor propio, la autoestima y el autorrespeto. 

En este artículo, nos centraremos sobre todo en los límites que podemos establecer con la pareja, los amigos y la familia (y no tanto los límites que les marcamos a los niños a la hora de educar; algo bastante diferente).

Así, idealmente, los límites deberíamos poder ponerlos en cualquier ámbito de nuestra vida; ya sea en el trabajo, con la familia, en nuestra relación de pareja, con nuestros amigos… Pero, ¿cómo poner límites? ¿Por qué es tan importante aprender a ponerlos? En Diario Femenino, ¡te lo contamos!

“Cuando se sabe decir que NO, el SÍ tiene un sabor muy distinto”. 
-Alejandro Jodorowsky-

¿Qué significa poner límites?

Poner límites significa expresar libremente a las personas que queremos qué estamos dispuestos a tolerar y qué no. Es decir, verbalizar aquellas “barreras” que no queremos que sobrepasen con nosotros. Por barreras entendemos: conductas, comentarios, situaciones… Todo aquello que no estamos dispuestas a aceptar que “hagan” con nosotros.

Es, en cierta forma, una forma de delimitar nuestro espacio personal y, además, de explicar cómo nos podemos sentir si ese espacio resulta invadido (o qué consecuencias puede haber si nos invaden nuestro espacio).

Podemos poner límites de muchas formas, aunque lo mejor es hacerlo en persona con el otro, verbalizando y expresando con total libertad qué necesitamos, con respeto y de forma clara. Es decir, con asertividad. A su vez, poner límites también pasa por preguntar qué límites quiere dejar claro el otro, sobre todo en las relaciones de pareja. Se trata de “negociar” ese pacto mutuo donde ambos puedan expresar sus necesidades.

¿Para qué sirve poner límites?

Hemos visto qué son los límites, pero, ¿para qué sirven exactamente? A grandes rasgos, los límites nos permiten:

- Definir nuestro espacio personal.

- Hacernos respetar (fomentar el autorrespeto).

- Cultivar nuestra autoestima.

- Escoger qué personas queremos en nuestra vida y qué no.

- Identificar y establecer las conductas que no estamos dispuestos a tolerar.

- Fomentar el autoconocimiento.

Los límites nos permiten ser nosotros mismos y no dejarnos “pisar” por el otro. Porque… ¿Qué ocurre si no aprendemos a poner límites? Que podemos llegar a tolerar relaciones que nos dañan (relaciones tóxicas), que nos hacen sentir mal, que no nos dejan ser nosotros mismos… Y en ese camino, es muy fácil perderse.

Poner límites a los niños: un concepto diferente

Por otro lado, si hablamos de poner límites a los niños, por ejemplo, el concepto varía un poco. En este caso, este tipo de límites nos permiten:

- Fomentar el desarrollo de nuestros hijos.

- Fomentar su independencia (aunque suene paradójico).

- Ayudarles a identificar qué es moral y qué no.

- Ofrecerles una estructura donde cultivar su propia libertad.

- Ayudarles a entender las normas sociales y las normas de comportamiento.

¿Cómo poner límites? 4 pasos para marcar tus necesidades

Cuando hablamos de poner límites en nuestra vida, ya sea en pareja, con la familia o en el trabajo (y no tanto de poner límites a los niños), hablamos de una forma de conocernos y de cuidarnos. Pero, ¿Cómo ponemos estos límites? Os dejamos algunas ideas clave que os pueden ayudan a empezar:

1 Identifica tus necesidades

A la hora de poner un límite, resulta imprescindible identificar qué necesidad tenemos. Sin necesidad, no hay límite posible. Por ello, primero de todo tendrás que averiguar qué necesitas en tu vida: ¿Un determinado espacio? ¿Libertad? ¿Respeto? Intenta hacer una lista con las cosas que priorizas en tu vida, ya sea en una relación de pareja, con los amigos, con la familia… 

Y ves especificando aquellos puntos que, para ti, resultan imprescindibles de ser respetados. Pueden ser específicos; por ejemplo: “poder ir los sábados por la mañana a dar una vuelta tranquilamente” (sin que mi pareja tenga que venir conmigo), o más específicos “tener libertad para mí los fines de semana”. 

Eso sí, cuanto más especifiques tus necesidades, más fácil te será explicar tus límites a los demás (y que estos sean comprendidos y respetados).

2 Verbaliza qué necesitas (establece los límites)

Verbalizar qué necesitamos se traduce, en realidad, en marcar los límites que deseamos establecer. Así que, una vez tengas el primer punto (identificar tus necesidades) “superado”, se trata de expresarlas al otro. ¿Cómo las expresamos? Con asertividad, es decir:

- De forma clara y honesta.

- Con sinceridad.

- Sintiéndonos libres y con derecho a marcar nuestros propios límites.

- Escuchando también al otro (permitiéndole expresarse).

3 Trabaja en tu autoconocimiento

Para llegar al punto uno, en realidad, es importante trabajar en el propio autoconocimiento (y seguir trabajando en él aún y cuando ya hayamos propuesto nuestros límites, ya que nuestras necesidades pueden ir cambiando con el tiempo y deberemos estar atentos a ello).

Por ello, para saber qué necesitas y qué no, trabaja en ti, conóceteExperimenta, observa cómo te hacen sentir ciertas situaciones o conductas. Pregúntate qué necesitas, escúchate. ¿Necesitas más tiempo para ti? ¿Necesitas ver a tu pareja un mínimo de días a la semana? ¿Necesitas que tus padres no se entrometan en la educación de tus hijos? Piensa en todo ello y, sobre todo, hazte preguntas. Es la mejor forma de fomentar el autoconocimiento.

4 Confía en tu instinto/criterio

Por último, confía en tu criterio a la hora de marcar límites. Otros le llaman instinto, da igual la palabra… Lo importante es que hagas caso a esa vocecita interior que te hace saber qué necesitas en cada momento. 

En realidad, muchas veces esa “vocecita” nace de las tripas. Las tripas nunca fallan; si hay algo que te hace sentir mal del otro, lo hará en las tripas, lo notarás (como una especie de malestar, de incomodidad…). Y precisamente esa puede ser una señal de alarma, que te indica que esa conducta no la quieres tolerar. 

Guíate por esas pequeñas señales que están en ti. Nadie mejor que tú sabes lo que necesitas. Además, recuerda que siempre estás a tiempo de rectificar, cambiar de opinión y, en definitiva, de seguir aprendiendo. 

Reflexión final: tienes derecho a marcar límites en tu vida

Como vemos, a la hora de poner límites son importantes muchas cosas, aunque destacamos dos de ellas: la asertividad a la hora de comunicar (para hacernos respetar sin dejar de respetar al otro) y el hecho de  trabajar en el propio conocimiento

Porque, piénsalo bien… Si no sabes qué necesitas, qué te hace sentir bien y qué no… ¿Cómo vas a poder marcar límites? ¿Cómo vas a saber qué “líneas rojas” no estás dispuesta a que sobrepasen contigo? Es muy difícil.

Por todo ello, te animamos a seguir trabajando en ti y a tener el valor de defender la manera en la que quieres que te traten. Recuerda: tienes todo el derecho a marcar tus propios límites y a decidir qué necesitas en tu vida, al igual que el otro también tiene derecho.

A veces será necesario “negociar” con la otra persona, por ello la comunicación es tan importante en estos casos (sobre todo, en las relaciones de pareja). No pasa nada, los límites pueden ser flexibles; sin embargo, es importante que te asegures de que están respetando lo que tú has expresado que necesitas.

“Atreverse a establecer límites se trata de tener el valor de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros”.
-Brene de Brown-

 

Referencias bibliográficas:

  • Bach, E. y Forés, A. (2008). La asertividad. Plataforma Editorial.
  • Fensterheim, H. y Baer, J. (2003). No diga sí cuando quiera decir no. Ediciones Grijalbo.

Puedes leer más artículos similares a La importancia de aprender a poner límites en tu vida (y cómo hacerlo), en la categoría de Autoayuda en Diario Femenino.

Publicado:
Actualizado: