Miedo a la lactancia materna: tips para gestionar el temor a amamantar

Cómo manejar tus miedos durante la lactancia materna

Natalia Nogal, Psicóloga Perinatal
En este artículo
  1. ¿Por qué sientes miedo durante la lactancia materna?
  2. Las hormonas relacionadas con la lactancia
  3. El papel del miedo durante la lactancia
  4. Cómo puedes manejar tu miedo a la lactancia materna

Pocas mujeres se sienten libres emocionalmente de expresar y manifestar el miedo que les produce la lactancia, a varios niveles. Para mantener tu salud mental en este momento tan delicado, es importante poder reconocer, aceptar, normalizar y expresar esta emoción primitiva y básica: "el miedo", por el sentido de protección y seguridad que nos ofrece.

El miedo en ocasiones se produce por haber oído historias fatídicas en las que la lactancia no funcionó o simplemente por haber vivido en propia carne una lactancia que no consiguió seguir adelante.

Es por todo ello que en Diario Femenino hablamos del miedo a la lactancia materna para dar visibilidad a esta dificultad emocional tan común con el objetivo de enseñarte a reconocerla y ayudarte a gestionar los temores a la hora de amamantar con algunos consejos que te serán de gran ayuda. 

¿Por qué sientes miedo durante la lactancia materna?

Ya desde la gestación (o incluso antes) querrás darle lo mejor a tu bebé. Es por ello, y por las correspondientes y adecuadas prescripciones médicas, que llevarás a cabo una labor de revisión de lo que ingieres, las actividades que realizas, y de cómo te sientes emocionalmente. Para ofrecerle la mejor bienvenida, que se sienta cómodo, seguro y feliz, prepararás con mucha ilusión la habitación de tu hijo, elegirás un carrito en el que se vaya a sentir cómodo, una silla segura para el coche, etc. 

Entre estos aspectos, valorarás y contemplarás también la posibilidad de amamantar a tu bebé cuando nazca. Y es que, como madre, harás siempre lo que pienses que es mejor para tu bebé… a pesar de que, en ocasiones, no sientas que es lo mejor para ti. Por esta razón, el tema de la lactancia es tan delicado.

Pensamos que la maternidad es un camino de rosas, sin embargo, en muchas ocasiones no lo es tanto. Las preocupaciones comienzan desde el mismo momento en el que nos llega el "esperado positivo" que nos confirma que estamos embarazadas. Y en algunos casos incluso desde antes. 

Las imágenes que nos transmiten los medios de comunicación y otros soportes publicitarios acerca de la maternidad transmiten sonrisas, felicidad, serenidad,… Ello nos lleva a pensar que nuestro nivel de bienestar va a ser máximo desde el primer al último momento. Sin embargo, en muchos casos esta situación no coincide con la realidad. Si estás embarazada, acabas de dar a luz o estás amamantando estarás bajo la influencia de una auténtica revolución hormonal que, en ocasiones, puede jugarte malas pasadas.

Las hormonas relacionadas con la lactancia

Las hormonas principales relacionadas con el proceso de lactancia son la oxitocina y la prolactina. Ambas son producidas y segregadas por la hipófisis. 

La denominada "hormona del amor", la oxitocina, es la que se encarga de inducir las contracciones uterinas para facilitar el parto y estimular la secreción de leche. Además, se encarga del vínculo emocional entre la madre y el bebé (apego y enamoramiento emocional entre ambos). Para que la mujer pueda segregar oxitocina tiene que sentir placer y cierto nivel de serenidad y confianza.

La prolactina sube en sangre cuando nuestro cuerpo se prepara para amamantar o cuando nos sentimos estresados. También es responsable de nuestra sensibilidad emocional

Todo este panorama hormonal y emocional es bajo el que se gesta y nace nuestro bebé, y el cual debemos aprender a manejar para poder afrontar la lactancia en condiciones óptimas. Y es que está más que demostrado que la lactancia materna tiene muchos beneficios y ventajas para nuestra/o hija/o, y también para ti como madre, pero nuestras emociones tienen mucho que ver en el proceso

El papel del miedo durante la lactancia

Son varios los miedos que surgen en el periodo de lactancia. Por un lado, está el miedo a ser juzgada si no logras o incluso si decides no amamantar (incluso si tu decisión se basa en un malestar físico o emocional). Por otro lado, nos influye el miedo a ser criticada si optas por el tipo de lactancia "a demanda" y tienes que dar de mamar a tu hijo cuando lo necesita y te lo pide y no estás a solas o te encuentras en un lugar poco adecuado. 

También está el miedo a que la forma o el tamaño tanto de tu pecho como de tu pezón no sean los adecuados para segregar suficiente leche o que la calidad de ésta no sea buena.

¿Tiene algún sentido tu temor? Pues claro que sí. El miedo es una emoción que nos protege. Tú le quieres ofrecer todo lo mejor a tu bebé y es innegable que la lactancia materna tiene muchas ventajas. Pero la lactancia no es innata para la madre y debemos aprender a hacerlo respetando nuestro estilo, conectando con nuestros ideales y poniendo límites. Todo ello en un momento de vulnerabilidad máxima al vivir una situación que muchas veces es nueva para nosotras: la maternidad, con todo lo que conlleva. 

Un factor de riesgo añadido es haber escuchado o vivido una historia de fracaso en el proceso de lactancia. Pero también puedes contar con factores de protección que te conducirán al éxito en la lactancia, como por ejemplo contar con un adecuado apoyo social (por parte de tu pareja o de tu madre). La recomendación en este sentido es ir tratando este tema antes de que nazca tu bebé, ya que dispondrás de más tiempo y más calma. El apoyo de tu entorno es fundamental a nivel emocional y físico, en concreto para que tú puedas descansar. 

Cómo puedes manejar tu miedo a la lactancia materna

Tanto si decides amamantar a tu bebé como si no, utiliza tu miedo para prepararte. Si decides libremente amamantar a tu bebé, te ayudará a sentirte mejor preparada y a combatir tus miedos:

+ Formarte: elige un curso que cuente con buenas opiniones, impartido por un profesional experto en lactancia materna y que se adapte a tu disponibilidad horaria. Este curso te dará herramientas para afrontar la lactancia de forma adecuada.

+ Buscar y consultar, antes de que nazca tu bebé, grupos de apoyo a la lactancia, ya sea en formato online o presencial.

+ Identifica tus miedos, ponles nombre e identifica los pensamientos asociados a ellos. Ahora cuestiónate si esos pensamientos son reales o se basan en creencias limitantes o historias de fracaso que te hayan transmitido. Busca historias de éxito que "desmitifiquen" esos miedos o creencias.

+ Acepta tu miedo como un "aliado" en el plan de protección para tu bebé.

+ Trabaja en tu lenguaje interior. Intenta que sea amable contigo misma y siempre en positivo.

+ Empodérate y fomenta tu sentimiento de autoeficacia: confía en ti. Para ello, además de formarte y de "buscar aliados" (tu pareja, tu madre, tu hermana,…) ante la más mínima dificultad puedes acudir a una matrona o pediatra que fomente la lactancia materna. Ellas te ayudarán a identificar si la postura de agarre del bebé es la que dificulta el proceso. 

Si, por el contrario, decides o decidís no amamantar a tu bebé (porque al final es cosa de dos si tienes pareja), trabaja en las razones que te han llevado a tomar esa decisión y en un estilo de comunicación asertiva para defender tus motivos si se presenta el caso. Afianza esos argumentos en tu mente y dales fuerza. Recuerda que solamente tú (o vosotros) eres dueña de tu vida y de tus decisiones.

¿Qué te parecen estos tips para gestionar el miedo a la lactancia? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!

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