El miedo a los adolescentes existe y se llama Efebifobia (cómo superarlo)

Síntomas, causas y tratamiento del miedo a los jóvenes

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es la efebifobia
  2. Síntomas de la efebifobia
  3. Causas del miedo a los adolescentes
  4. Tratamiento de la efebifobia

Entre las fobias raras y curiosas nos ha llamado la atención la efebifobia o efebofobia, un miedo a los adolescentes y a los jóvenes cuyo origen se encuentra en los estereotipos sociales y culturales. Los adolescentes te pueden inspirar muchas cosas pero, ¿son tan peligrosos los jóvenes como para inspirar terror y tener que evitarlos? Hay mucho que decir sobre este trastorno que tiene como protagonista a la juventud y te lo contamos todo en nuestro diccionario de fobias.

Qué es la efebifobia

La efebifobia o efebofobia es el miedo a los adolescentes o a los jóvenes en general. Puede ser un trastorno fóbico como tal que necesita tratamiento o puede ser también una actitud ante la vida y una postura de rechazo, aunque no necesariamente de miedo, frente a este grupo de la población.

En el segundo caso no es un trastorno. Muchas personas sienten recelo hacia los jóvenes por una cuestión de incomprensión intergeneracional. Los prejuicios y los estereotipos están en la base de esta actitud, aunque en ocasiones también podría señalarse cierta envidia a quienes tienen toda la vida por delante.

Seguro que conoces a más de una persona que critica constantemente a los jóvenes, que no los valora, que los encierra en un estereotipo de personas inmaduras, insoportables, sin aspiraciones, sin valor y, a veces, agresivas. Esas personas aferradas a los viejos tiempos no tienen en cuenta a los más jóvenes por el simple hecho de ser diferentes, por hacer las cosas diferentes y los menosprecian hasta apartarlos de sus vidas.

Síntomas de la efebifobia

Pero como decimos, el verdadero trastorno fóbico ocurre no por el rechazo que puedan producir los jóvenes, sino por el terror que inspiran. La fobia es el miedo irracional y extremo hacia algo o alguien y, en este caso, les ha tocado a nuestros jóvenes. Una persona con efebifobia siente pavor cuando tiene cerca a un adolescente; y si es un grupo, la cosa empeora.

Los síntomas que experimenta son los mismos de la ansiedad. Nerviosismo, sudoración excesiva, dificultad para respirar, taquicardia, entumecimiento de extremidades, mareos y puede llegar a un ataque de pánico. Todo esto puede ocurrirte cuando vas caminando por la calle y tienes que pasar por un instituto, por ejemplo, o por alguna zona donde están concentrados los más jóvenes.

La efebifobia también tiene síntomas psicológicos, ya que el pensamiento distorsionado que te lleva a ver a los adolescentes como un auténtico peligro genera otro tipo de pensamientos obsesivos y recurrentes. Uno puede no ser consciente de que sufre efebifobia, pero sí es consciente de que su conducta de evitación y el sufrimiento emocional que le producen los jóvenes no es funcional.

Causas del miedo a los adolescentes

Hablamos de la conducta de evitación que ocurre en todas las fobias y nos preguntamos si es posible evitar el contacto con adolescentes. Es evidente que se requiere cierto aislamiento social para evitar a los jóvenes, lo que nos puede dar una idea de los riesgos de sufrir efebifobia y no tratarlo a tiempo.

Pero para tratar un problema antes hay que entender por qué ha surgido y eso nos lleva a adentrarnos en la causa del miedo a los adolescentes. O las causas. Como en cualquier trastorno fóbico, lo primero a lo que recurrimos es a la experiencia traumática. Podemos imaginar fácilmente a una persona que en su infancia sufrió acoso por parte de sus compañeros y que ya en la edad adulta sigue relacionado a los jóvenes con esa carga emocional tan negativa.

El factor cultural también está presente en esta fobia. Ya hemos hablado de ese rechazo generacional que si va acompañado de un trastorno de ansiedad previo puede derivar en auténtica fobia hacia esos jóvenes apáticos, desordenados, irascibles, incomprensibles, a veces violentos y, siempre diferentes de las generaciones anteriores.

Tratamiento de la efebifobia

La efebifobia no es un trastorno frecuente, pero sí es necesario buscar un tratamiento cuanto antes ya que, además, en muchas ocasiones va ligado a la fobia social. Generalmente se utiliza la Terapia Cognitivo Conductual para tratar el miedo a los adolescentes. Un cambio en los patrones de pensamiento es necesario para dejar de ver a los jóvenes como un peligro. Y también para dejar de agrupar en un mismo conjunto a lo que no dejan de ser personas individuales con sus semejanzas pero también con sus diferencias.

No todos los adolescentes son iguales. De hecho, esta etapa de la vida se caracteriza por el descubrimiento de uno mismo, lo que es el inicio de todo un abanico de personalidades independientes y diferentes entre sí. Que tengan ciertas cosas en común y que muchos sientan la necesidad de sentirse parte de un grupo no quiere decir que no puedan tener sus particularidades.

Dicho esto, seguimos con la Terapia Cognitivo Conductual para tratar de transformar esta vez la conducta de evitación. Sin el pensamiento distorsionado es más fácil razonar que no hay motivo real para evitar a los adolescentes, que te pueden gustar más o menos, que te puedes sentir más o menos cómodo con ellos, pero que no suponen ningún peligro.

El hábito o la conducta de evitación se transforma poco a poco y con ayuda de la Terapia de Exposición. Se puede empezar por una visita a los alrededores de un centro educativo y comprobar cómo la ansiedad se va reduciendo porque la percepción de peligro es cada vez menor. Pero también sería interesante presentar a la persona que sufre efebifobia a algunos jóvenes que se alejan del estereotipo del adolescente para que descubra que, al fin y al cabo, son personas tanto o más interesantes que los adultos.

Tratándose de una fobia, ya sabemos que los problemas de ansiedad están muy presentes. Así que en todo tratamiento para la efebifobia es necesario incluir técnicas de relajación y ejercicios de respiración. El Mindfulness es siempre un acierto de cara a tratar más la ansiedad que la fobia y con vistas también a prevenir una recaída o a que aparezcan nuevas fobias.

¿Son peligrosos los adolescentes?

Esta parte es complicada porque es cierto que el estereotipo del adolescente está muy arraigado en la sociedad. El cine, la televisión y la publicidad no ayudan precisamente a romper estos prejuicios, pero el que busca, encuentra.

Y es cierto que te vas a encontrar jóvenes desmotivados, prepotentes, pegados a su pantalla del móvil y totalmente desinteresados de lo que ocurre en el mundo. Pero también es cierto que hay un buen número de adolescentes implicados en causas sociales, comprometidos con el mundo que les rodea, con buenos modales, respetuosos y que cumplen con sus obligaciones.

¿Vamos a seguir promoviendo los adultos esa imagen tan destructiva de los adolescentes? Que estén atravesando ciertas dificultades en su vida porque es una etapa de descubrimientos y experimentación, que a veces sean incomprensibles para su propia familia como ha ocurrido generación tras generación y que se muevan en terrenos desconocidos para los adultos no quiere decir que los adolescentes sean peligrosos.

Pero esto es ya una cuestión sociocultural de la que debería ser consciente una gran parte de la población adulta, no solo los que sufren efebifobia.

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