Miedo a equivocarse: consecuencias y claves útiles para superar temores

Causas y consecuencias del miedo a una equivocación

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. Principales causas del miedo a equivocarse
  2. 4 consecuencias de tener miedo a equivocarse
  3. ¿Cómo afrontar el miedo a equivocarse?

Todas y todos tenemos miedos. El miedo es un mecanismo natural de supervivencia, que nos alerta de un peligro, real o imaginado, y que a su vez nos permite estar atentas a lo que nos interesa "controlar", protegernos, cuidarnos… Sin embargo, no todos los miedos son adaptativos, lógicos o racionales. Todo dependerá de si ese miedo nos está ayudando o no a evitar un peligro, o si más bien lo que hace es bloquearnos a la hora de actuar.

Uno de estos miedos, sufrido por muchas personas, es el miedo a equivocarse. Un miedo bastante "normal", dicho sea de paso, en una sociedad que ensalza el éxito por encima de todo como algo imprescindible por lo que "luchar" y que no da espacio para el fracaso.

Podemos tener miedo a equivocarnos en múltiples ámbitos de nuestra vida: en la relación de pareja, en el trabajo, en los estudios, a la hora de tomar decisiones cotidianas… En función del grado de ese miedo, nuestra limitación será mayor o menor. Pero si ese miedo te paraliza o te genera malestar, te animamos a conocer las causas que podrían explicarlo, sus consecuencias, y algunas claves útiles para superar estos temores.

Principales causas del miedo a equivocarse

Algunas de las causas más habituales que se esconden tras el miedo a equivocarse son:

+ Miedos e inseguridad personal

La inseguridad personal es una de las principales causas del miedo a equivocarse. Esta se define como la poca confianza en una misma, en nuestra habilidades y recursos, en todo lo que valemos… Y está muy vinculada a la autoestima (si la seguridad es buena, la autoestima también, y viceversa).

La inseguridad personal, a su vez, se nutre de un miedo más profundo: el miedo a no ser capaz de gestionar el error una vez ocurre (en caso de que ocurra), de no saber afrontar la situación nueva. Muchas veces este miedo es irracional, y está basado en la falsa creencia de que no disponemos de las habilidades necesarias para gestionar nuestros propios conflictos.

+ Miedo a fracasar

Tras el miedo a equivocarse hay también un miedo a fracasar. Eso es una distorsión cognitiva que tienen muchas personas, que se basa en la generalización: entienden el error como un fracaso absoluto, cuando no tiene por qué ser así. Porque, ¿es lo mismo equivocarse que "fracasar"? ¿Qué significa fracasar, realmente? Pregúntate qué implica equivocarse cuando sufras este miedo. ¿Realmente es tan grave? ¿Sería algo irreparable, irreversible?

Vivimos en una sociedad que ensalza el valor del éxito por encima de muchas otras cosas, y nuestra educación está muy influenciada por todo ello; por eso tememos tanto el fracaso, porque nos parece algo inconcebible, algo a "temer", algo que nos devalúa como personas. Pero aquí hemos de tener en cuenta dos cosas: no es lo mismo equivocarse que fracasar y aunque fracasaras, el fracaso no es un punto y final, es un punto y aparte que nos da la oportunidad de seguir otro camino, de abrir otras puertas.

¿Cómo afrontar el miedo a equivocarse?

+ Creencias irracionales

Muy relacionado con los puntos anteriores, tras el miedo a equivocarse también existe, en muchas ocasiones, la creencia de que somos incapaces de asumir nuestros errores. Realmente nos creemos incapaces. Por supuesto, es una incapacidad que puede revertirse, pero si nosotras creemos que no sabremos afrontar nuestros errores, es que no sabremos afrontarlos (no porque lo pensemos, sino porque actuaremos en base a esa creencia). 

Hay una frase bastante clara que resume esta idea: "tanto si crees que puedes como si crees que no, estás en lo cierto". Y es que, ¡nuestras creencias tienen mucho poder! Tanto para bien como para mal. Por eso es tan importante tener la flexibilidad para cambiarlas (o pedir ayuda profesional si sentimos que la necesitamos).

+ Intolerancia de la incomodidad

Otra de las causas tras el miedo a equivocarse es la intolerancia a la incomodidad. Esa incomodidad que surge cuando nos equivocamos, esa sensación de insatisfacción, de no haber hecho las cosas bien... alimentada muchas veces por el miedo a que nos juzguen o a hacer el ridículo

Y como no toleramos esa sensación incómoda, queremos evitarla; y como mecanismo de protección, de "alerta" ("¡vigila, no te equivoques que lo pasarás mal después!"), aparece ese miedo a equivocarse.

4 consecuencias de tener miedo a equivocarse

¿Qué consecuencias tiene tener miedo a equivocarse? En este artículo nos centramos en las consecuencias negativas, aunque, por supuesto, tener este miedo, si es leve, también puede generarnos algún beneficio (por ejemplo, mayor reflexión y sensatez a la hora de tomar decisiones). Pero vayamos con sus consecuencias menos beneficiosas:

1 Quedarse en la zona de confort

Una de las primeras consecuencias que tiene el miedo a equivocarse es que nos dificulta a la hora de salir de nuestra zona de confort. La zona de confort es aquella en la que nos sentimos seguras, donde tenemos todo bajo control. 

Y claro, actuar, moverse del sitio, conlleva riesgos. ¿Qué ocurre? Que si temo tanto ese posible error, nunca saldré de esa zona. Pero tampoco conoceré otras realidades ni me enriqueceré del éxito y el error. 

2 Nos impide tomar decisiones

Otra de las consecuencias del miedo a equivocarse es que nos limita a la hora de tomar decisiones. Así, tememos tanto equivocarnos, que directamente no hacemos nada, no decidimos. Pero claro, si no decidimos, tampoco nos movemos, tampoco avanzamos… Y eso, al fin y al cabo, implica un bloqueo.

”La vida es como andar en bicicleta: para mantener el equilibrio siempre debemos seguir avanzando”.
-Albert Einstein-

3 Nos impide explorar nuevas posibilidades

Cuando tomamos decisiones, nos enfrentamos a la posibilidad de enriquecernos de nuevas experiencias, nuevas realidades, nuevos caminos… Nos movemos, pasamos a la acción, cambiamos de paisaje y de horizonte. 

Por ello, el efecto directo de no tomar decisiones (por ese miedo a equivocarse), es que tampoco podemos acceder a nuevas realidades y obtener nuevos aprendizajes que quizás nos aportarían cosas valiosas.

4 Limita nuestro aprendizaje

Relacionado con el punto anterior, otra de las consecuencias directas del miedo a equivocarse y de la posterior no-toma de decisiones, es que limitamos nuestro aprendizaje. 

Y no solo lo limitamos porque no conocemos realidades nuevas (que llegarían si nos arriesgáramos a actuar, a vivir), sino también porque no podemos aprender de nuestros errores, otra gran fuente de aprendizaje (porque claro, si no hacemos nada, tampoco podemos equivocarnos).

¿Cómo afrontar el miedo a equivocarse?

Y tú, ¿sientes que tienes miedo a equivocarte? ¿Es un miedo pequeño o más grande? ¿Interfiere en tu vida o simplemente está ahí como algo "molesto"? ¡Ojo! Como hemos dicho, tener miedo a equivocarse es algo totalmente normal. Y no tiene por qué resultar negativo; de hecho, esa prudencia que se esconde tras el miedo también puede ayudarnos a actuar con más sensatez muchas veces. 

Sin embargo, también conlleva efectos negativos, como hemos visto. ¿La clave? Permitirnos sentir ese miedo, escucharlo y entenderlo pero no dejar que se quede. Preguntarnos en qué se fundamenta (si es un miedo realista o no), darle espacio para que se marche cuando haya cumplido su función (por ejemplo, aprender a ir con más cuidado, o a reflexionar más las cosas), y sobre todo, ¡pasar a la acción! 

Si ves que te cuesta, empieza por decisiones pequeñas que te asusten, para poco a poco aumentar la dificultad. Y sobre todo, recuerda que para perder el miedo a equivocarse, lo mejor es, precisamente, ¡equivocarse! 

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