Neofobia alimentaria: el alarmante miedo a probar alimentos nuevos

Características de un temor que puede ser perjudicial para la salud

Laura Sánchez, Filóloga
En este artículo
  1. Qué es la neofobia alimentaria
  2. Causas y consecuencias de la neofobia alimentaria
  3. Síntomas de la neofobia alimentaria
  4. Cómo se trata la neofobia alimentaria

Los trastornos fóbicos relacionados con la alimentación son especialmente peligrosos ya que sus consecuencias se amplían también al ámbito de la salud. Es el caso de la neofobia alimentaria o el miedo a probar alimentos nuevos, un trastorno que es muy común en la infancia pero que puede llegar a la edad adulta si no se trata a tiempo. Te contamos todo sobre la neofobia alimentaria en nuestro diccionario de fobias.

Qué es la neofobia alimentaria

La neofobia alimentaria es el miedo a probar alimentos nuevos. De ahí que se trate de un trastorno que se origina en la infancia cuando el niño empieza a descubrir todas las posibilidades de alimentación. Basándose en su textura, en su olor, en su color o en su sabor, el niño descarta alimentos que considera potencialmente peligrosos.

Pero se trata de un miedo infundado, como ocurre con todos los trastornos fóbicos. La neofobia alimentaria se considera un comportamiento normal en esa edad en la que los niños comienzan con una alimentación variada. Es papel de los padres detectar los límites entre un rechazo a lo novedoso funcional y otro patológico. Así que atención.

Causas y consecuencias de la neofobia alimentaria

Descartar alimentos por el motivo que sea siempre supone una mala inversión en cuestión de salud. Como ya vimos en el caso de la lacanofobia o el miedo a las verduras, restringir la alimentación supone un riesgo evidente de desnutrición y además estas fobias suelen ir asociadas a otro tipo de trastornos como la anorexia o la bulimia. ¿Causa o consecuencia?

En la neofobia alimentaria importan más sus consecuencias que sus causas. Seguramente conocerás a algún adulto con una alimentación muy limitada, de esas personas a las que no les gusta nada y que no son amigas de innovaciones culinarias. Puede tratarse de una persona caprichosa, es cierto, pero también puede ser que tenga un trastorno como el de la neofobia.

Evitar comer una gran cantidad de alimentos por miedo a que sean peligrosos conduce también al aislamiento social. Esa persona con neofobia es muy consciente de sus limitaciones y seguramente no entiende su propio miedo, ya que es un miedo irracional. Pero piensa que no lo puede evitar.

Síntomas de la neofobia alimentaria

Que te pongan en el plato un alimento nuevo o que ya has decidido a lo largo de tu vida excluirlo de tu alimentación por la neofobia conduce a sufrir todos los síntomas de ansiedad que tan bien conocemos. Sensación de asfixia, mareos, vómitos, taquicardia... Y esa sensación de irrealidad que lleva en muchas ocasiones al ataque de pánico.

El comportamiento de una persona que sufre neofobia alimentaria o cualquier otra fobia es el de evitar. Evita tener estos síntomas, evita estar en situaciones que considera peligrosas, evita comer ciertos alimentos, evita asistir a eventos en los que tenga que enfrentarse a esos productos que le causan pavor. Al final, la autoestima se baja hasta el fondo de la tierra y se queda esa inquietante sensación de algo va muy mal.

Cómo se trata la neofobia alimentaria

Puede que en el caso de los niños sean los propios padres los que puedan actuar para frenar esa neofobia incipiente, pero nunca está de más acudir a un profesional. Es importante entender que si un niño rechaza un alimento, no conviene obligarle a comerlo porque lo asociará durante toda su vida con una gran carga emocional negativa.

Hay otras estrategias para que consiga aceptarlo y comérselo de buen grado. De ahí la importancia de acudir a un psicólogo. Tanto en niños como en adultos, la terapia cognitivo conductual es la más eficaz para superar una fobia.

Y en este caso de la neofobia alimentaria resulta de mucha ayuda la exposición repetida al alimento temido para crear lo que se conoce como un fenómeno de habituación. Si cada día pones en la mesa ese alimento temido, sin obligar a que se lo coma, sin enfados y con naturalidad, el niño se acostumbrará a tener ese alimento en el plato y la sensación de peligro se reducirá.

¿Quieres saber más sobre otros miedos como la neofobia alimentaria? En nuestra categoría de fobias encontrarás todo lo que buscas. 

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