8 consejos para comunicar a tu familia que no quieres celebrar la Navidad

¿Cómo decir a tus seres queridos que no quieres celebrar las fiestas sin que se enfaden?

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. No quiero celebrar la Navidad: 8 ideas para comunicarlo a la familia
  2. Si no quieres celebrar la Navidad recuerda que no estás solo

La temporada navideña puede ser un torbellino de alegría y fiestas, pero para algunos la simple idea de participar en ella puede desencadenar estrés y ansiedad. Y tal vez no quieras celebrar la Navidad, y estás en tu derecho, pero claro, sabemos que no es fácil comunicar esto. Es normal que surjan miedos y preocupaciones por no querer dañar a nuestra familia. ¿Cómo decirlo entonces?

Si te encuentras en la posición de querer comunicar a tu familia que no quieres celebrar la Navidad, pero temes su reacción y no quieres que se enfaden, en Diario Femenino te ofrecemos algunas claves, estrategias prácticas, consejos útiles y ejemplos de comunicación para afrontar esta situación de la mejor forma posible.

No quiero celebrar la Navidad: 8 ideas para comunicarlo a la familia

Si estás en esta situación es normal que tengas dudas e incluso que te sientas culpable. Pero desde aquí te animamos a tratar de desprenderte de esa culpa. Seguramente, si no quieres celebrar la Navidad sea por alguna razón (o más de una); tal vez, por ser la primera Navidad sin ese ser querido, o por alguna otra razón.

Sea como sea, si has tomado la decisión de no querer celebrarla, ahora tu responsabilidad es comunicarlo a la familia de la mejor forma posible. Eso sí, debes entender que su reacción no dependerá de ti; si se lo toman mal, tan solo trata de entenderles, pero no no te sientas culpable por ello. Hay algunas ideas que te pueden ayudar:

1 Comprende tus razones y sé claro con ellos

Como decíamos, antes de sumergirte en la conversación, es esencial que entiendas tus propias razones. ¿Es el estrés, la necesidad de tiempo para ti misma o simplemente una preferencia personal? ¿Es por la muerte de un ser querido?

Sea cual sea la razón, asegúrate de tener una comprensión clara (esto te ayudará a comunicarlo mejor). Por ejemplo, si tiene que ver con un tema de estrés y falta de energía, puedes comunicarlo así: "últimamente he sentido una carga emocional y necesito tomarme un momento para reflexionar y recargar energías".

2 Elige el momento y el lugar adecuados

No solo es importante lo que decimos, sino cuándo lo decimos. Por ello, selecciona un momento tranquilo y un entorno relajado para discutir este tema. Evita hacerlo durante la cena familiar o en medio de la preparación de las fiestas. Por ejemplo, puedes utilizar una expresión del tipo: "me gustaría hablar contigo sobre algo importante. ¿Podemos encontrar un momento tranquilo después de cenar?"

Además, hacerlo así te ayudará a estar más relajada y a expresarte de forma más serena. Es fundamental que lo hagas en un momento en el que sepas que puedes hablar sin prisas.

3 Sé empática y reconoce que para ellos la Navidad tal vez sí sea importante

Que tú no quieras celebrar la Navidad no quiere decir que para los demás no sea importante hacerlo. Por ello, cuando compartas tus razones, hazlo con empatía y reconociendo la importancia que tiene la Navidad para tus seres queridos.

Por ejemplo: "sé que la Navidad significa mucho para todos nosotros, y respeto profundamente eso. Mi decisión no es un menosprecio a nuestras tradiciones, sino una necesidad personal en este momento." Esto no te asegura que tu familia lo entienda, pero al menos es una forma de comunicarte con ellos teniéndoles en cuenta y legitimando su deseo de celebrarlo (aunque ahora tú no lo sientas así).

4 Proporciona alternativas

Otra idea útil sobre cómo comunicar a tu familia que no quieres celebrar la Navidad es ser flexible, es decir, buscar un punto medio. Por ejemplo, puedes ofrecer soluciones alternativas o compromisos que puedan satisfacer tanto tus necesidades como las expectativas de la familia.

Por ejemplo: "aunque no puedo participar en la celebración completa, estaré encantada de unirme para la cena del 24 de diciembre o de ayudar con la decoración previa." Siendo flexible demuestras que sus sentimientos también importan (sin olvidarte de los tuyos).

5 Destaca la importancia de mantener la conexión familiar

Otra idea clave que puede ayudarte es subrayar a tu familia que tu elección no se trata de distanciarte emocionalmente de ellos, sino de cuidar tu bienestar. Esto ayudará a que te entiendan mejor. No hace falta que cuentes absolutamente todo, pero sí que les des "pistas" que les puedan ayudar a ponerse en tu lugar.

¿Cómo puedes comunicarlo? Aquí te dejamos una idea: "que no quiera celebrar estas fiestas con vosotros no tiene nada que ver con vosotros, sino conmigo. No quiero distanciarme, sino todo lo contrario; necesito estos días para mí, para recuperar fuerzas y volver más animada después de este año que ha sido un poco duro".

6 Comunícate abiertamente y escucha a tu familia

Después de expresar tus motivos para no celebrar la Navidad, anima a los demás a compartir sus sentimientos y opiniones. Escucha con empatía, sin juzgar. Por ejemplo, puedes decir que te gustaría saber cómo se sienten al respecto y preguntar abiertamente si hay formas en que podáis encontrar un equilibrio que funcione para todos.

Escucha cómo se sienten, qué tienen que decir, cómo les ha sentado su decisión… Esto tampoco asegura que no se enfaden, pero al menos se sentirán escuchados y tomados en cuenta.

7 Pon límites de forma respetuosa y empática

Si tu decisión es firme, y su reacción no es demasiado agradable, establece límites de manera clara pero respetuosa (poniéndote en su lugar). Por ejemplo: "entiendo que esto puede generar sorpresa o desacuerdo, pero es una decisión que he tomado después de pensarlo muy bien. Me gustaría que pudierais entenderme, aunque sé que no es fácil porque hasta este año siempre hemos celebrado juntos las fiestas".

8 Piensa en algún plan que sí podáis hacer juntos

Sabemos que las tradiciones como la Navidad están muy arraigadas, pero tal vez puedas explorar con tu familia nuevas tradiciones que os permitan disfrutar de las fiestas de una manera alternativa. Por ejemplo, tal vez no te apetezca pasar todas las fiestas con ellos como cada año, pero sí podéis hacer un plan diferente todos juntos, como hacer una pequeña escapada, hacer una comida informal o visitar un parque de atracciones.

No se trata de cambiar la tradición de arriba a abajo (además, seguramente tu familia sí quiere celebrar la Navidad de forma tradicional), sino de buscar un plan complementario que podáis hacer para seguir alimentando el vínculo familiar en caso de no querer celebrar la Navidad propiamente dicha.

Si no quieres celebrar la Navidad recuerda que no estás solo

Hay años en los que no queremos celebrar la Navidad y nos sentimos muy solos con esta decisión. Pero no lo estás; a mucha gente le pasa. Son fechas que pueden ser muy alegres pero que también son delicadas, porque conllevan melancolía y nostalgia, suponen estrés y una presión social por "celebrar" (que muchas veces contrasta con nuestro estado emocional).

Si te sientes así, desde Diario Femenino te animamos a cuidarte, es decir, a escuchar tus necesidades y a comunicarlas a tu familia de forma respetuosa y asertiva. Tal vez puedas ser flexible y celebrarlo de otra forma. Sea como sea, ojalá puedan entenderte o al menos, respetar tu decisión.

Seguro que juntos encontráis la forma de pasar tiempo en familia sin que esto suponga un malestar para alguna de las partes. Y si no, si lo necesitas, está bien tomarse un tiempo para uno mismo y volver después de los días festivos con las pilas cargadas.

Recuerda que siempre puedes pedir ayuda psicológica en caso de que comunicar a tu familia que no quieres celebrar la Navidad suponga para ti un momento complicado y no sepas cómo gestionarlo.

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