¿Puede el estrés provocar herpes?

El impacto del estrés en nuestro cuerpo

Marcela Antonacci, Periodista
Revisado por Mabel Amen, Dermatóloga
En este artículo
  1. ¿En qué consiste el estrés?
  2. ¿Qué es un herpes? Diferentes tipos que debes conocer
  3. El estrés y la aparición de herpes
  4. Cómo combatir los herpes causados por el estrés

La primera vez que te aparece un herpes puede que no sepas ni las causas, pero enseguida te darás cuenta de que se trata de un incómodo invitado que volverá a visitarte intermitentemente especialmente en épocas de estrés.

En Diario Femenino nos preguntamos si el estrés puede provocar herpes. Tal vez el estrés no sea la causa originaria del primer herpes, pero herpes y estrés mantienen una estrecha relación y, además, de esas que son para siempre.

¿En qué consiste el estrés?

El estrés es un tipo de defensa que tiene nuestro cuerpo cuando el mismo se ve superado por algún tipo de exceso o por alguna situación que no es capaz de manejar. Si bien esto se asocia con algo negativo, podemos dividirlo en dos: estrés positivo y negativo.

El estrés positivo o eustrés, como también se lo conoce, es aquel que nos da impulso para lograr alguna meta, por ejemplo cuando encontramos que una exigencia es algo placentero como llegar a una meta o cumplir un objetivo y esto, a su vez, nos despierta la creatividad de manera positiva.

Por otro lado, nos encontramos con el estrés negativo o distrés que es el más preocupante porque es el que provoca diferentes tipos de enfermedades entre las que se encuentra el herpes. El distrés, a su vez, se puede dividir en estrés ocasional que es el que se produce de vez en cuando y el crónico que es aquel que se prolonga en el tiempo y es el más peligroso, pues es el que más trastornos de salud provoca.

Existen diferentes causas que pueden provocar el estrés, tantas como personas existen. Esto se debe a que los disparadores pueden ser muy diferentes de acuerdo al individuo que los padezca. Por ejemplo, puede ser que para una persona rendir un examen sea estresante mientras que para otra esto no sea así pero le resulte problemático viajar o hablar con otras personas.

En cuanto a los síntomas, el estrés puede presentar muchos tanto físicos como psicológicos. Entre ellos destacan el dolor de cabeza, problemas gastrointestinales, mala memoria, fatiga y falta de concentración, cambios de peso, insomnio o dormir en exceso.

¿Qué es un herpes? Diferentes tipos que debes conocer

El herpes es una enfermedad de la piel producida por el virus del herpes simple o VHS. Una vez que entra en el organismo, es muy improbable que se vaya. Si bien los brotes en un principio pueden ser bastante seguidos, con el paso de los años estos pueden espaciarse en el tiempo y quizá manifestarse en muy pocos episodios al año. Sin embargo, existen muchas causas que pueden despertarlo y una de ellas, precisamente, es el estrés debido a que las defensas bajan y esto hace que nuestro cuerpo sea más propenso a padecer los brotes de la enfermedad porque el virus se fortalece y se "despierta". Además, existen diferentes tipos de herpes según el tipo de virus que se trate:

+ El VHS-1 o herpes tipo 1: es el más común y es muy contagioso. Muchas personas pueden tener el virus en su cuerpo pero no padecer ningún tipo de síntoma y sin embargo son capaces de contagiar a otras personas por el simple contacto. Puede formarse en la boca, las encías, la lengua, los labios, la cara y las mejillas. Si bien es muy doloroso, suele desaparecer por si solo después de un par de semanas.

+ El VHS-2 o herpes simple tipo 2 no es tan común como el tipo 1, pero se propaga de la misma manera que el anterior. Las llagas que se desarrollan son muy dolorosas y producen comezón a su alrededor. Pueden expandirse al área genital femenina y masculina y también a los muslos. Demora entre una semana y 10 días en sanar.

+ HHV-3 o herpes Zoster: es nada más y nada menos que el virus de la varicela que se encuentra "dormido" y que causa erupciones en partes puntuales del cuerpo las cuales son muy dolorosas y molestas. Cabe aclarar que el contacto directo de una persona que nunca tuvo varicela con este virus puede provocar dicha enfermedad.

+ HHV-4 o virus de Epstein-Barr: es el virus que causa la mononucleosis infecciosa o "mono", como también se lo llama. Algunos de los síntomas son cansancio, fiebre, dolor de cabeza y de garganta además de los ganglios inflamados. El virus se propaga a través del contacto con los fluidos de la persona infectada. 

+ HHV-5 o Citomegalovirus: se sabe que el cincuenta por ciento de la personas mayores de 40 años alguna vez lo han padecido. Sin embargo, no todas ellas lo saben. Los que más problemas pueden tener son aquellos individuos que tienen el sistema inmunológico débil, pues pueden ser afectados en los pulmones, el estómago, el hígado e inclusive, en sus ojos.

+ HHV-6: es un virus muy común que se puede transmitir a través de la saliva. Si bien no es peligroso para una persona adulta, en un recién nacido puede provocar fiebre, sarpullido y diarrea.

+ HHV-7: es menos grave que el anterior y se propaga de la misma manera aunque casi nunca provoca síntomas.

+ HHV-8 o Herpesvirus del sarcoma de Kaposi: este virus se propaga por medio de los fluidos corporales y puede producir sarcomas en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en aquellas personas que tienen el sistema inmune debilitado.

El estrés y la aparición de herpes

Como decíamos, los herpes suelen aparecer por una bajada de las defensas, algo que el estrés o la ansiedad consiguen fácilmente. ¿Te suele aparecer un herpes en el labio justo antes de un examen? O cuando tienes una entrevista de trabajo, o cuando has tenido un disgusto grande, o cuando has sufrido una experiencia con una gran carga emocional.

El estrés, el nerviosismo, la ansiedad o los cambios bruscos en el estado de ánimo impactan no solo en nuestras emociones, sino también en nuestro cuerpo. El sistema inmunológico se debilita y poco puede hacer frente al desequilibrio que provoca la liberación disparatada de hormonas a causa del estrés. Eso sí, el estrés nunca es el causante de una enfermedad, sino un desencadenante. Puede predisponer a la enfermedad y, en este caso, a la aparición de hermes. 

El herpes más frecuente que aparece a causa del estrés es el herpes labial. Esas molestas ampollas en los labios o llagas en la boca son difíciles de disimular y tardan un tiempo en desaparecer. Y una vez que han aparecido, cualquier momento de estrés las traerá de vuelta.

El estrés también puede favorecer la aparición de herpes en otras zonas del cuerpo, como las mejillas, los muslos o incluso en los genitales. Este tipo de herpes tampoco presenta demasiadas complicaciones más allá de las molestias evidentes y de su duración.

Además, ya hemos comentado que hay otro tipo de herpes llamado Zoster. Este herpes, que proviene del virus de la varicela, puede aparecer en momentos en los que el estrés nos supera.

Cómo combatir los herpes causados por el estrés

Como te puedes imaginar, que sea el estrés el que promueve la reaparición del herpes, nos deja una solución muy evidente para no sufrir estas molestas infecciones en la piel: no te estreses. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo y pocas personas pueden evitar caer en estados de estrés o ansiedad en algún momento de sus vidas.

Tampoco hay forma de prevenir la aparición del herpes, así que cualquier acción irá destinada a reducir las molestias y el dolor. Por supuesto, hay que acudir al médico de cabecera o al dermatólogo y seguir sus instrucciones, pero hay algunos trucos caseros que pueden hacer más llevadero el tiempo que dure el herpes.

Algunos de los consejos más útiles son el de frotar el herpes con un ajo, aunque parezca cosa de hechizos. Pero en realidad el ajo posee propiedades intiinfecciosas que pueden reducir la vida del herpes. Si eres capaz de detectar los síntomas del herpes antes de que aparezca, un buen remedio es aplicar en la zona un algodón empapado en leche para inhibir su crecimiento. También se aconseja la aplicación de productos como pastas o lociones que contienen calaminas. Este tipo de cremas se encuentran en las farmacias, y generalmente son de venta libre.

Y recuerda siempre lavar cuidadosamente toallas y cubiertos o incluso desechar algunos objetos, como maquinillas de afeitar, barras de labios o cepillos de dientes que hayan estado en contacto con el herpes. ¿La mejor forma de prevenir su reaparición? Toma habitualmente probióticos para aumentar las defensas, también vitamina B, E, C y D así como antioxidantes que mejoran el estado inmunitario. Y aprende técnicas de relajación para que el estrés no te sorprenda indefensa.

¿Y tú? ¿Alguna vez has tenido un herpes por estrés? ¡Cuéntanos en los comentarios tus trucos para hacerlo desaparecer! ¡Ayudarás a otras lectoras!

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