Cómo prepararse para la primera cita con el ginecólogo

¡Fuera nervios! Te contamos cómo será la primera vez que visites al ginecólogo

María Machado, Periodista
En este artículo
  1. La primera cita con el ginecólogo

La primera visita al ginecólogo es una gran incógnita para todas. Hemos oído hablar mucho de este médico pero no sabemos demasiado de él, al menos no lo suficiente como para sentirnos totalmente seguras de qué va a pasar una vez crucemos la puerta de la consulta. Sin embargo, sus exploraciones son imprescindibles para detectar problemas presentes y futuros. ¡Fuera dramas! Te contamos todo lo que debes saber sobre cómo prepararse para la primera cita con el ginecólogo.

La primera cita con el ginecólogo

Cuándo debe ser la primera visita

No hay ninguna edad exacta para la primera cita con el ginecólogo, depende de cada mujer. Sin embargo, según El Colegio Americano de Ginecólogos, la primera visita al ginecólogo debería ser entre los 13 y los 15 años, lo que coincide aproximadamente con la primera menstruación. Se convierte en una verdadera necesidad cuando eres sexualmente activa. Muchas mujeres no se atreven a ir a ginecólogo porque sienten miedo, pero su consulta es imprescindible para prevenir problemas.

Cómo elegir al médico y con quién ir

Es posible que no puedas elegir a tu ginecólogo, porque te venga dado por el sistema sanitario. Sin embargo, puedes hablar con tu madre para que te aconseje algún profesional en el que ella confíe. Debes plantearte con quién te vas a sentir más cómoda: con una mujer o con un hombre. Ten en cuenta que este profesional de la salud te va a tocar y te va a hacer preguntas que podrían hacerte sentir incómoda, por lo que hay mujeres que prefieren un tipo de ginecólogo específico.

Por otro lado, debes pensar en tu acompañante. Tú eres quien tiene que elegir si quieres ir con alguien o prefieres ir sola. Ten en cuenta que el ginecólogo te va a hacer preguntas, por lo que es posible que te sientas menos cohibida si vas sola. También puedes pedirle a alguien de confianza que te acompañe hasta la consulta, pero que se quede en la sala de espera. Hazle ver que tú te vas a sentir más cómoda entrando sola.

En el caso de que seas menor de edad, es posible que tus padres quieran acompañarte, por lo que quizá podría ser interesante acordar antes de la cita médica cómo vais a entrar en la consulta. Saber qué va a ocurrir en cada momento te va a ayudar a sentir menos nervios. Si te preocupa que el ginecólogo pueda contarle algo a tus padres, házselo saber y pregúntale qué parte va a mantener confidencial y qué información tiene que compartir con ellos.

Qué esperar de tu primera visita al ginecólogo

Es probable que te enfrentes a tu primera visita al ginecólogo con un poco de nervios. No te sientas un bicho raro, ¡es normal! Vas a vivir algo que desconoces y, por tanto, es absolutamente comprensible que tengas dudas. Pero, no te preocupes porque no hay nada que temer. ¡No te va a doler! Hablar con tu madre, tu tía, una amiga o con cualquier mujer con la que tengas confianza y que ya haya ido al ginecólogo te puede ayudar a tranquilizarte. Te transmitirá su experiencia y comprobarás que efectivamente no tienes nada de lo que asustarte.  

En general, la primera consulta con el ginecólogo sirve como toma de contacto. El médico tratará de conocerte un poco mejor para elaborar un historial médico y ginecológico. De esta forma, te hará algunas preguntas y, dependiendo del caso, es posible que decida hacerte algún tipo de prueba, pero no siempre se realiza algún examen.

Qué te va a preguntar el ginecólogo en tu primera cita

Como ya te hemos explicado, en tu primera cita ginecológica el médico te va a hacer algunas preguntas para saber cómo eres, pero cada consulta es diferente y cada doctor tiene su propio método. Es importante, sin embargo, que contestes a todas estas preguntas con mucha honestidad porque le ayudarán a hacerse una idea de tu salud. Recuerda que tu médico está para resolver todas tus dudas, así que no te debes sentir mal por hacerle todas las preguntas que tengas.

Estas son algunas de las preguntas que te podría hacer.

+ El ginecólogo te preguntará cuántos años tienes.

+ Te hará cuestiones sobre el funcionamiento de tu cuerpo y de tu menstruación. Te preguntará cuándo ha sido tu última regla, si eres regular, si tienes dolores, si la cantidad de menstruación es normal… Este es el momento idóneo para que le preguntes todas las dudas que tengas sobre tu cuerpo.

+ Es posible que el ginecólogo te haga algunas preguntas relacionadas con tus hábitos diarios porque estos afectan también a tu salud ginecológica. Te preguntará si practicas deporte, cómo es tu alimentación, si fumas, etc. También te propondrá hablar de tu familia para saber qué problemas podrías llegar a tener. Te preguntará si algún pariente ha tenido cáncer de mama, problemas en el útero, etc.

+ Es posible que también te pregunte sobre tu vida sexual. Querrá saber si has mantenido relaciones sexuales y, si así ha sido, qué método anticonceptivo utilizaste o utilizas habitualmente. Es importante ser honesta para que el médico sepa qué tipo de pruebas hay que hacer. No dudes en plantearle todas las cuestiones que tengas relacionadas con este tema.

+ Te preguntará si crees que podría existir algún otro tipo de problema. No tengas miedo a comentarle cualquier cosa, por tonta que te pueda parecer: bultos en tu cuerpo, cambio en la forma del pecho, dolores en la menstruación, olores extraños, flujo oscuro… Recuerda que el ginecólogo es un profesional y no te va a juzgar por lo que le puedas decir.

Qué te va a hacer el ginecólogo

A partir de lo que hayáis estado hablando, tu edad, tu historial médico anterior, etc., el ginecólogo decidirá qué pruebas hacerte. Hay doctores que prefieren dejar las pruebas para la segunda cita o más tarde. Es posible que un enfermero o auxiliar acompañe a tu ginecólogo durante las pruebas o que realice algunos de los exámenes. Si te vas a sentir más cómoda, puedes preguntar si tu acompañante puede estar presente durante las pruebas.

Estas son algunas de las pruebas más habituales.

+ Un examen físico general. Esta es una prueba habitual en la primera cita y es totalmente indolora. Es posible que te midan, te pesen y observen tu cuerpo buscando algún tipo de anomalía.

+ Análisis de orina. Es posible que tu ginecólogo te haga un análisis de orina que le servirá para detectar ciertos problemas como embarazos, infecciones de riñón, etc.  

+ Un examen pélvico. Si tu ginecólogo decide que te va a hacer un examen pélvico, pretende observar los órganos reproductores para descartar problemas. Te pedirá que te desvistas de cintura para abajo y te sientes en la camilla colocando los pies sobre unos estribos que sujetarán tus pies a una altura más alta.

Empezará observando la parte externa de la vagina. Luego, hará un examen interior con un espéculo, que le ayudará a abrir las paredes de la vagina. Es posible que introduzca los dedos con guantes para palpar los órganos internos. Cuanto más relajada estés, mejor irá la prueba. Si estás tensa puedes sentir molestias que tendrás que decir a tu ginecólogo. Esta prueba, sin embargo, no es del todo habitual en la primera cita.

+ Un examen mamario. Es posible que tu ginecólogo te realice un examen mamario que consiste en palpar tu pecho para comprobar que no hay ningún problema.

+ Una citología. Con esta prueba el ginecólogo tratará de detectar problemas o infecciones. Introducirá un pequeño cepillo con el que cogerá células del interior para luego analizarlas en el laboratorio. Una vez más, cuanto más tranquila estés, mejor.

+ Una ecografía. Este tipo de pruebas ayudarán al médico a descarta que exista alguna malformación en el útero. Según tus características, podría hacerte una ecografía introduciendo una sonda por tu vagina o directamente sobre la tripa, para lo cual tendrás que beber mucho agua para tener la vejiga llena.  

Cómo prepararte para tu primera visita al ginecólogo

+ Prepararte mentalmente. Si estás muy nerviosa, es necesario que te prepares mentalmente para esta primera cita. No tienes nada que temer ya que este médico lo único que busca es tu bienestar, solucionar problemas y ayudarte a resolver todas las dudas. Se trata de un profesional de la salud, por lo que nunca te va a juzgar por las decisiones que hayas tomado o lo que hayas hecho, por lo tanto, tienes que hablarle con honestidad.

Por otro lado, no debes tener ninguna vergüenza a que tu médico te vea desnuda o te toca tus partes íntimas. Es un profesional y, por tanto, está acostumbrado a realizar este tipo de trabajos.

+ Prepararte físicamente. No necesitas prepararte demasiado físicamente. Una higiene íntima normal, la que haces todos los días, es suficiente para ir al ginecólogo. Si te preocupa tener mal olor, te sentirás más cómoda si antes de la cita pasas por el baño para utilizar una toallita de higiene íntima.

En cuanto a la necesidad de depilarse antes de la consulta, depende completamente de la persona. Si te vas a sentir más cómoda, adelante, pero no tienes ninguna necesidad. ¡Tú decides!

Tampoco te tienes preocupar por cómo vas vestida, qué tipo de ropa interior llevas, etc. Es probable que si te tienen que hacer algún tipo de prueba en el que te tengas que quedar desnuda, te ofrezcan un camisón para sentirte cómoda.

Cada cuánto hay que ir al ginecólogo

Si no tienes ningún problema ginecológico, es recomendable ir al ginecólogo al menos una vez al año. Es habitual que este médico fije al final de la consulta cuándo tendría que ser la próxima cita.

Las visitas al ginecólogo se deben mantener también durante la menopausia, ya que este especialista nos podrá ayudar en muchos de los problemas que esta acarrea. Aunque durante esta nueva etapa de la vida los métodos anticonceptivos dejen de ser un quebradero de cabeza, te puede echar una mano con la sequedad vaginal, el dolor en las relaciones sexuales, las pérdidas de orina… El ginecólogo tendrá que seguir siendo tu mejor amigo. 

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