Resiliencia: cómo desarrollar tu capacidad de superación con éxito

6 claves para aprender a adaptarte a las circunstancias adversas

Laura Ruiz Mitjana, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué es la resiliencia?
  2. ¿Cómo desarrollar la resiliencia? 6 técnicas eficaces

Todas y todos afrontamos retos diarios en nuestra vida. A veces estos retos se convierten en experiencias realmente traumáticas que nos ponen a prueba en todos los sentidos. Hablamos de enfermedades, la muerte de seres queridos, pérdidas varias, accidentes y múltiples situaciones que pueden sacudir todo nuestro mundo emocional.

Cuando somos capaces de afrontar estas adversidades y, además, salimos fortalecidas de ellas, podemos decir que hemos desarrollado la resiliencia. La resiliencia nos permite anteponernos a los problemas de la vida; nos hace más fuertes y nos prepara para seguir avanzando, creciendo y aprendiendo.

Pero, ¿qué más sabemos de la resiliencia? ¿Cómo podemos desarrollarla? En Diario Femenino te damos 6 claves para que aprendas a adaptarte y superar las circunstancias más adversas de la vida. ¡Toma nota!

¿Qué es la resiliencia?

¿Qué es la resiliencia? En un primer momento, se interpretó la resiliencia como una condición innata e individual, pero poco a poco se pudo ver cómo en ella también intervenían factores familiares, comunitarios y hasta culturales.

La resiliencia se define como aquella capacidad para superar las circunstancias adversas o traumáticas de la vida como, por ejemplo, sufrir un accidente, la muerte de un ser querido, una enfermedad… Incluye también la capacidad de salir fortalecidos de esas circunstancias.

Es decir, somos resilientes cuando somos capaces de afrontar situaciones complicadas con éxito y, además, salimos fortalecidos de ellas, obteniendo aprendizaje de las mismas.

+ Definiciones de la resiliencia

Autores como el psiquiatra Luis Rojas Marcos han definido la resiliencia como un “proceso de competitividad en el que la persona se adapta, de forma positiva, a las situaciones adversas que se le presentan”.

Otras definiciones que encontramos de este concepto son: “la capacidad para recuperarnos de las adversidades y para seguir proyectando el futuro”, o “la capacidad para sobreponerse a situaciones traumáticas”.

Como vemos, en todas las definiciones existe un elemento en común: la capacidad de superación.

¿Cómo desarrollar la resiliencia? 6 técnicas eficaces

La resiliencia, como toda habilidad, se puede entrenar. No todos somos igual de resilientes; hay personas que tienen más facilidad para afrontar las adversidades de la vida, ya sea por variables individuales (personalidad), ambientales (experiencias previas) o de otro tipo.

Si crees que te cuesta ser resiliente y/o te gustaría potenciar esta habilidad en tu día a día, te dejamos 6 claves para desarrollarla con éxito:

1 Cultiva el pensamiento constructivo

El pensamiento constructivo, citado en un artículo de Contreras-Gutiérrez y colaboradores (2012), es un término acuñado por Epstein (1994). Epstein lo definió como “aquella capacidad para reconocer las propias emociones y sentimientos, unida al proceso de regulación, dirección consciente y voluntaria de los mismos para resolver los problemas”. 

Incluye también la consecución de las metas que cada persona se propone, con el menor costo de estrés posible y con un gran nivel de satisfacción personal.

Así, un primer paso a la hora de desarrollar la resiliencia es cultivar este tipo de pensamiento, que está muy orientado a la resolución de problemas mediante el análisis y la búsqueda activa de soluciones. Practicar este tipo de pensamiento nos permite ir entrenando para las futuras adversidades que deberemos afrontar en la vida y, poco a poco, hacernos más resilientes.

2 Plantéate metas y diseña un plan de acción

La resiliencia implica, en parte, tomar las riendas de nuestra propia vida. Y el hecho de que tomes las riendas de tu vida tiene relación con la creación de metas y objetivos y con el diseño de un plan de acción para llegar a ellos.

Así, otra de las claves sobre cómo desarrollar la resiliencia es marcarnos objetivos y trabajar en la manera de conseguirlos. De esta forma, igual que en el caso anterior, estamos entrenando una manera de operar y de enfocar nuestra vida que nos beneficiará a la hora de afrontar futuros retos.

3 Cuida tu diálogo interno

El diálogo interno tiene que ver con cómo nos hablamos a nosotras mismas. Son todos aquellos pensamientos y creencias que tenemos arraigadas y que vamos reproduciendo en nuestra mente durante el día, de forma muchas veces inconsciente.

Es importante cuidar qué nos decimos a nosotras mismas porque este tipo de diálogo tiene un impacto en nuestras emociones y en nuestras acciones. Un diálogo interno constructivo y positivo puede generarnos confianza y es un elemento imprescindible para construir una buena autoestima.

La confianza en una misma y la autoestima son elementos clave que nos permitirán, a su vez, desarrollar la resiliencia. Así, si confiamos en nosotras, seremos más capaces de afrontar las adversidades.

4 Aprende de las adversidades

No siempre es fácil aprender de aquellas vivencias que nos han generado sufrimiento. Para ello, muchas veces es necesario tomar cierta distancia de las mismas para poder ver las cosas con mayor perspectiva. Pero es importante trabajar en esto, en esta capacidad para extraer aprendizajes valiosos de aquellas adversidades que hemos tenido que afrontar.

Y es que el aprendizaje nos hace más sabias y más sabios y es precisamente ese aprendizaje el que nos va preparando, poco a poco, para futuros retos. Poder utilizar todo ese aprendizaje adquirido con las experiencias, buenas y malas, es una herramienta más que nos permite desarrollar la resiliencia.

5 Potencia tu creatividad y tu imaginación

Las personas más creativas y que trabajan para potenciar su imaginación suelen tener más facilidades a la hora de adaptarse a situaciones nuevas. Y esto es así porque son capaces de crear soluciones creativas a sus problemas, de alejarse del foco de los mismos y de indagar en nuevas maneras de abordarlos. La creatividad y la imaginación muchas veces van ligadas a otra habilidad: la flexibilidad mental. 

Así, la flexibilidad mental es también una habilidad que nos favorece a la hora de afrontar los retos de la vida, que nos facilitará, a su vez, desarrollar la resiliencia.

¿Cómo potenciar la creatividad y la imaginación? Afrontando nuevos retos, apuntándonos a actividades creativas (por ejemplo: el dibujo, la música…) y, sobre todo, saliendo de nuestra zona de confort. Cuando nuestra mente recibe nuevos estímulos, alejados de los estímulos habituales, trabaja más, y es capaz de generar esta flexibilidad mental de la que hablábamos.

6 Pide ayuda profesional

Un profesional de la psicología puede ayudarte a encontrar tu propia forma de desarrollar la resiliencia. Es importante acudir a un profesional, sobre todo cuando hemos atravesado una situación traumática (o estamos pasando por ella), para que nos ayude a desarrollar las estrategias necesarias para afrontar la situación.

Hay situaciones que nos sobrepasan emocionalmente, o que no sabemos gestionar, y es totalmente normal y saludable pedir ayuda en estos casos.

No todas las personas son igual de resilientes; si en tu caso tienes la sensación de que te cuesta desarrollar esta capacidad, un profesional te guiará para que puedas afrontar tus experiencias de la mejor manera y, sobre todo, para que puedas ubicarlas en tu historia personal sin que te generen sufrimiento.

 Y tú, ¿te consideras resiliente? ¿Crees que hay más técnicas que permitan desarrollar la resilienciaMás allá de las claves para trabajarla, que pueden resultar útiles, lo cierto es que la resiliencia es una habilidad que se va adquiriendo con el tiempo y, sobre todo, con las experiencias. Ninguna experiencia que vivimos nos deja indiferente; es más, todo lo vivido nos deja una huella, de una forma u otra, nos transforma y nos convierte en la persona que somos a día de hoy. 

La resiliencia nos permite afrontar adversidades, sí, pero también nos ayuda a construirnos como personas y, sobre todo, a integrar todo lo que vivimos en nuestra historia de vida personal.

“Los obstáculos no tienen que detenerte. Si te encuentras con un muro, no te des la vuelta o te rindas. Averigua cómo escalarlo, atravesarlo o rodearlo”.

 Michael Jordan 

Referencias bibliográficas: 

  • Contreras-Gutiérrez, O. et al. (2012). Pensamiento constructivo y afrontamiento al estrés en estudiantes universitarios. J. behav. health soc., 4(1). 
  • Liu, Y., Wang, Z. & Lü, W. (2013). Resilience and affect balance as mediators between trait emotional intelligence and life satisfaction. Personality and Individual Differences, 54: 850-855.
  • Rojas, L. (2010). Superar la adversidad: el poder de la resiliencia. Madrid: Espasa-Calpe.

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