¿Estás deprimida? 10 síntomas de la depresión femenina

¿Te sientes triste, desganada y con la autoestima por los suelos?

Tamara Sánchez, Periodista
Revisado por Laura Palomares, Psicóloga
En este artículo
  1. ¿Qué es la depresión?
  2. Causas de la depresión en las mujeres
  3. Diferentes tipos de depresión en la mujer
  4. 10 síntomas de la depresión en las mujeres

Resulta muy alarmante el número de casos de depresión entre las mujeres. Según concluyen diversos estudios científicos, la depresión es especialmente femenina ya que por cada hombre depresivo hay dos mujeres con depresión. De hecho, el 10% de la población femenina sufre de depresión en distintos grados.

En Diario Femenino te contamos en qué consiste exactamente la depresión femenina, cuáles son sus diferentes tipos y causas, 10 síntomas más conocidos y cómo se puede tratar. ¡Salir de la depresión y volver a ser feliz es posible! ¡Te lo aseguramos!

¿Qué es la depresión?

Todos, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos melancólicos o tristes. Estos son sentimientos normales y pasajeros que, por lo general, aparecen y desaparecen en unos pocos días. El problema viene cuando este tipo de emociones negativas se prolongan en el tiempo interfiriendo en la vida diaria y en el desempeño de las actividades cotidianas. Cuando esto pasa se puede considerar que la persona ha entrado en un estado depresivo.

La depresión es una enfermedad común, pero no por ello hay que restarle importancia ya que se trata de una patología muy grave que necesita de un tratamiento para superarla. Afecta tanto a hombres como a mujeres, si bien es cierto que la población femenina tiene más probabilidades de padecerla. Esto es debido a determinados factores biológicos y sociales los cuales son exclusivos en las mujeres.

Causas de la depresión en las mujeres

Las causas de la depresión femenina son muy variadas. Factores genéticos, biológicos, químicos, hormonales, ambientales, psicológicos y sociales se unen o entrelazan desembocando en esta aterradora enfermedad. Estas son algunas de las causas más comunes:

+ La genética

Las mujeres que tienen antecedentes familiares de depresión, padecen un mayor riesgo de desarrollar también la enfermedad. No obstante, esta regla no se aplica en todos los casos. La depresión puede darse en mujeres que no han tenido ningún antecedente familiar al igual que puede ocurrir que ciertas mujeres con antecedentes no la padezcan.

+ Sustancias químicas

La química del cerebro es un factor muy importante en el desarrollo de trastornos depresivos. El cerebro se divide en varias partes o secciones y cada una de ellas se encarga de regular un área concreta. Algunas controlan el sueño, el apetito o la conducta, mientras que otras se centran en el estado de ánimo y el pensamiento. Cuando la morfología del cerebro presenta alguna disfuncionalidad, el sujeto es mucho más vulnerable a la hora de padecer una depresión.

+ Cambios drásticos en la vida de una persona

Nos referimos a esos cambios que tienen consecuencias muy graves y que son increíblemente difíciles de asimilar como, por ejemplo, la pérdida de un familiar o ser querido, la ruptura de pareja, pérdida de trabajo, sufrir problemas económicos importantes…

+ Una adicción preexistente

Las personas que tienen una adicción, sea del tipo que sea, son mucho más vulnerables a sufrir una depresión por el simple hecho de que la adicción lleva a hacer cosas de las que luego es muy fácil arrepentirse. Eso desemboca, al mismo tiempo, en una tristeza y frustración interminable por no ser capaz de ponerle fin a ese tipo de vida. Entre las adicciones más proclives a causar depresión entre las mujeres están el alcohol, el tabaco y la ludopatía. Se debe tener especial cuidado con estas adicciones ya que combinadas con una depresión severa pueden tener consecuencias fatales.

+ Automedicación

Jamás nos cansaremos de repetir las terribles consecuencias que tiene el consumo excesivo de medicamentos sin prescripción médica. Una de las más frecuentes: la depresión. Hay que tener mucho cuidado con las medicinas que se ingieren y en qué cantidades se hace.

+ Errores del pasado

Muchas personas viven día a día fustigándose y lamentándose por las cosas que hicieron en el pasado y de las cuales se arrepienten. Esto trae consecuencias muy severas ya que estas personas no pueden dejar de pensar en lo que pudieron haber hecho y no hicieron. En estos casos, no tiene ningún sentido tratar de encontrar respuestas ante lo pasado. Se debe buscar tratamiento psicológico que ayude a centrar la mirada en el presente y a continuar con fortaleza hacia el futuro.

+ Enfermedades preexistentes graves

Hay ciertas enfermedades graves, como es el caso del cáncer, que pueden terminar desembocando en una depresión. Su diagnóstico hace que muchas mujeres se vengan a bajo creyendo que no la van a superar. En estos casos también es fundamental buscar ayuda cuanto antes.

+ Cambios hormonales

Como sabes, las mujeres atravesamos muchísimos cambios hormonales a lo largo de nuestra vida. Estos cambios son distintos para cada una de nosotras, algunas los sienten con más intensidad, otras con menos y otras prácticamente ni los perciben. Con estos cambios nos estamos refiriendo al ciclo menstrual, al embarazo, a la etapa del post parto, a la menopausia… Todos ellos son susceptibles de terminar provocando una depresión en la mujer.

+ El papel de la mujer

El rol de la mujer en la sociedad actual también puede influir notablemente en su susceptibilidad a la depresión: su función de madre y esposa, sumado a las presiones del hogar y de la vida laboral pueden aumentar considerablemente el estrés y la ansiedad. Y estos dos factores prolongados en el tiempo pueden conducir a la depresión.

Diferentes tipos de depresión en la mujer

Existen varios tipos de depresión y cada uno de ellos requiere un abordaje y tratamiento distinto. Estos son los más habituales:

+ Depresión mayor: se puede detectar fácilmente ya que a menudo presenta una combinación de síntomas que interfieren en la capacidad de la mujer para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que, en circunstancias normales, deberían resultar totalmente placenteras. Una vez que se supera, no suele provocar recaídas con el paso del tiempo.

+ Distimia: al contrario de lo que sucede con la depresión mayor, la distimia no es que sea menos grave, sino que la sintomatología está más suavizada y, por tanto, puede pasar desapercibida al confundir los síntomas con rasgos de la personalidad, por ejemplo, aquellas personas que son "muy negativas" o "son muy calladas". Sus síntomas suelen ser más leves, pero más persistentes. Y aunque no interfiere en la realizacón de actividades cotidianas por parte de la persona que la padece, afecta mucho en su calidad de vida. También puede aparecer en más de una ocasión a lo largo de la vida.

+ Trastornos como los siguientes: Trastorno Afectivo Estacional (TAE), Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM) que es más severo que el síndrome premenstrual; y el Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo, que suele cursar en la infancia.

+ Depresión post parto: mujeres que acaban de tener un bebé y no pueden parar de llorar constantemente, se irritan con facilidad, se sienten terriblemente ansiosas, no pueden dormir y ni siquiera son capaces de tomar decisiones sencillas. Este tipo de depresión aparece por dos razones fundamentalmente: el estrés por la nueva condición de madre y todo lo que ello conlleva y el desajuste hormonal producido tanto en el embarazo como en el parto. Durante el embarazo, los niveles de endorfinas (molécula humana que hace que el cuerpo se sienta bien) suben. Sin embargo, tras el parto, los niveles de esta molécula vuelven a decaer.

10 síntomas de la depresión en las mujeres

Estos son algunos de los síntomas de la depresión. Responda a estas preguntas con sinceridad y si hay muchas respuestas afirmativas, querida amiga, es hora de buscar la ayuda de un especialista y empezar el tratamiento.

1 ¿Sin motivo aparente llenas con frecuencia la cabeza de sentimientos de tristeza y melancolía?

2 ¿No tienes paciencia con nada y el mal humor impera en tu comportamiento?

3 ¿Has perdido interés por las actividades que antes te llenaban de placer, como por ejemplo el sexo?

4 ¿Has dejado de tener ganas de comer y tu plato preferido ya no te alegra el día como lo hacía antes?

5 ¿Pierdes o ganas peso repentinamente?

6 ¿Hace mucho que no duermes plácidamente y durante muchas horas? ¿Tienes dificultad para dormir?

7 ¿Sientes malestar y una sensación continuada de cansancio sin un motivo claro?

8 ¿Tienes la autoestima por los suelos con frecuentes sentimientos de inferioridad o culpabilidad?

9 ¿Tienes la mente confusa y te cuesta enormemente concentrarte, organizar tus ideas o tomar decisiones?

10 ¿Piensas con frecuencia en la muerte o en el suicidio?

Diagnóstico de la depresión femenina

Si tu respuesta a las preguntas anteriores ha sido afirmativa, debes acudir inmediatamente a un profesional de salud mental. Él se encargará de indagar en tu historial para determinar si efectivamente sufres una depresión o no. Deberás detallar algunos datos concretos como la fecha exacta en la que comenzaron los síntomas y su duración. El especialista también podrá hacerte preguntas sobre el uso de drogas o alcohol o si has pensado en la idea del suicidio o la muerte como alternativa a tu estado triste y decaído.

Una evaluación diagnóstica completa también incluirá un examen del estado mental para comprobar si los patrones de habla, pensamiento o memoria se han visto afectados.

Tratamiento para la depresión femenina

Ante todo, debes tener clara una cosa: pedir ayuda no es de cobardes. Aunque ahora te cueste mucho verlo de esta forma, de la depresión se sale y una vez que haya pasado la tormenta te sentirás mucho más fortalecida y dispuesta a luchar contra lo que venga.

El contexto que rodea a una persona que sufre una depresión es importantísimo para lograr su rehabilitación. Es cierto que la falta de ganas y motivación de las personas que padecen esta enfermedad puede llegar a desesperar, pero la comprensión, el cariño, la empatía y la paciencia de los familiares y seres queridos es fundamental. Sugerir y no ordenar, proponer y no imponer son premisas básicas recomendadas habitualmente en las terapias impuestas por los profesionales. Uno de los mayores problemas que presentan las personas depresivas es que a menudo se niegan a acudir a la terapia o terminan abandonándola. Ante esta situación, es fundamental inducir a esa persona a continuar con el tratamiento hasta el final.

El tratamiento contra la depresión es de dos tipos: farmacológico y psicoterapia. Dependiendo del grado de depresión se necesitará uno u otro e incluso una combinación de ambos (lo más habitual). En casos más graves, existe otro tipo conocido como terapia electroconvulsiva o electroshock. Hay veces que las personas llegan a consulta sin saber que lo que padecen es depresión, y si el psicólogo valora que los síntomas son severos, se informa de la conveniencia de apoyo con tratamiento farmacológico; tratándose como tratamientos paralelos y en constante revisión a lo largo de la psicoterapia.

+ Tratamiento farmacológico con antidepresivos: los antidepresivos se emplean con el fin de corregir los desequilibrios que se han generado en los niveles de las sustancias químicas del cerebro, especialmente de la serotonina, un químico que se encarga de controlar las emociones, la temperatura corporal, el apetito, el sueño y la presión sanguínea. Los antidepresivos actúan aumentando los niveles de serotonina en las células cerebrales. No causan dependencia y habitualmente tienen efecto entre tres y seis semanas después de comenzar el tratamiento. Entre sus efectos secundarios, los cuales son pasajeros y suelen darse en la primera semana para ir desapareciendo, destacan el insomnio, el nerviosismo, las náuseas, los mareos o aumento de peso. También puede darse una bajada de la libido, síntoma que sí es más permanente aunque no con todos los antidepresivos.

+ Psicoterapia: su objetivo es ayudar al paciente a conocerse mejor a sí mismo y a modificar sus percepciones excesivamente negativas en cuanto a sí mismas, a las relaciones o al entorno, en ocasiones aprendidas del ámbito familiar.

+ Terapia electroconvulsiva: se emplea en los casos más graves, es decir, cuando el riesgo de suicidio es elevado, cuando el paciente no puede tomar medicación o no mejora con ella o cuando existe debilitamiento por otra enfermedad física.

Prevención y consejos para la depresión en las mujeres

Además del tratamiento farmacológico o psicoterapéutico es fundamental que, una vez haya hecho efecto y la mujer sienta que ha mejorado notablemente su estado de ánimo, se sigan ciertos consejos o modos de vida para no volver a recaer en la depresión:

+ Reanudar las responsabilidades diarias de manera lenta y gradual.

+ Aceptarse a una misma tal y como es. No compararse con otras personas ni infravalorarse.

Expresar las emociones. No guardarse nada dentro.

+ Hacer revisiones periódicas con el terapeuta para comprobar que todo sigue en correcto orden.

+ Llevar a cabo una dieta sana y equilibrada y acompañarla de ejercicio físico de manera regular.

+ Arreglarse para salir con amigas o con la pareja.

+ Buscar un hobby o retomar ciertas actividades que antes te apasionaban como la lectura, la música o los viajes.

+ Aprender que de todo se sale y que esta pesadilla acabará muy pronto. ¡No te rindas! 

Ahora que conoces los síntomas de la depresión femenina, es hora de ponerte en manos de un especialista que será quien mejor te ayude en el camino hacia tu recuperación.

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