Cromoterapia o colorterapia: el poder curativo de los colores
Las formas de utilizar estos colores para nuestro bienestar son variadas
La sociedad actual nos tiene inmersos en una vida de estrés, ansiedad y prisas que nos provocan un sinfín de problemas de salud tanto físicos como emocionales. Problemas para los que la medicina convencional no tiene fácil solución, como la depresión, las fobias y demás trastornos emocionales.
Así, cada vez más gente se decide a abrazar el llamado modo de vida "slow" en un intento de frenar tanto desajuste psíquico y físico y, cuando quieren solucionar algún problema, recurren a las terapias alternativas. La eficacia de estas terapias alternativas está más que comprobada y técnicas como la meditación o propuestas como la fitoterapia dan respuesta a muchas necesidades actuales. Ahora descubrimos el poder curativo de los colores o la cromoterapia.
Efectos de los colores
El poder curativo de los colores es algo que se conoce desde antiguo y poco a poco, se ha ido desarrollando toda una técnica que potencie los efectos de los colores en nuestra salud física y emocional. Los colores utilizados en la cromoterapia son ocho, cada uno dirigido a una parte de nuestro organismo y a un aspecto emocional.
Rojo. El color rojo se asocia a la energía y al vigor. Es, por tanto, un gran estimulador de espiríritu, así como de la circulación sanguínea. Además, el rojo se utiliza como antinflamatorio.
Naranja. El naranja es el color de la vitalidad y del optimismo. Se utiliza fundamentalmente contra la fatiga, pero también es muy eficaz en los problemas del aparato respiratorio.
Amarillo. El color amarillo desprende alegría y energía y es el aliado perfecto del sistema nervioso. Además, el color amarillo mejora el tono muscular.
Verde. El verde es el color del sosiego y del equilibrio. Regula el ritmo cardíaco y respiratorio y actúa como un antibiótico natural.
Turquesa. El color turquesa, entre verde y azul, elimina el cansancio mental y favorece la renovación de ideas. Además, combate el sentimiento de soledad.
Azul. La paz y la tranquilidad se potencian con el color azul, pero también el frescor y la naturalidad. Además de sus propiedades relajantes, también es un buen antiséptico.
Violeta. El color violeta es el mejor aliado de los trastornos emocionales. Se utiliza para combatir fobias o estados de ansiedad, además de favorecer el sueño.
Magenta. El magenta es el color que mejor combate los estados de decaimiento y tristeza y además, aumenta la tensión arterial.
Cómo se utilizan los colores
Las formas de utilizar estos colores para nuestro bienestar son variadas. En ocasiones el tratamiento consiste en proyecciones del color sobre la pared de una habitación, o sobre la parte del cuerpo que se quiera tratar. Otras veces, se envuelven en papel de colores botellas de cristal dejándolas a la luz del sol durante cuatro horas, para luego beber ese agua. Y también podemos beneficiarnos de la cromoterapia a través de la alimentación según los colores de los alimentos.
Pero lo que más nos ha llamado la atención es la combinación de la colorterapia con otra de las técnicas naturales más utilizadas, la aromaterapia, en lo que se conoce como cromoesencias. Las cromoesencias son perfectas para armonizar cuerpo y mente creando un ambiente equilibrado y de bienestar.
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