Cómo maquillarse, paso a paso: sácate partido y aprende a pintarte

¿Te gusta maquillarte? Hay quien lo considera un arma de seducción, otras un motivo para sentirse más seguras de ellas mismas, otras un disfraz innecesario… Maquillarse nunca debe considerarse una obligación, sino una opción que podemos utilizar según nos plazca.

Al principio, pintarse correctamente puede resultar una tarea complicada, pero es un arte que se puede aprender. Te contamos cómo maquillarse paso a paso. ¡Sácate partido y aprende a pintarte como una verdadera profesional!

Te contamos cómo maquillarse paso a paso

Ante todo y como premisa base por la cual regiremos todos nuestros actos de cara a mejorar nuestro aspecto físico es que el mejor maquillaje es aquel que no se nota. El maquillaje puede ser un arma de doble filo; si lo utilizamos correctamente podremos potenciar nuestros puntos fuertes, pero si lo hacemos mal podemos enmascarar nuestra belleza y convertirla en algo artificial. 

Antes de empezar con cualquier rutina de maquillaje, debes tener las herramientas apropiadas. Nos referimos a bases de maquillajes de acuerdo a tu piel, pinturas en los tonos que mejor te sientan, brochas lavadas previamente, crema hidratante… Para poder extender bien todo el producto sin manchar tu pelo, recógetelo en un moño o coleta antes de empezar.  

Una vez que tengas todo tu equipo, puedes empezar a maquillarte. ¿Preparada?

1 Antes del maquillaje, ¡limpieza!

Los cuidados faciales son un aspecto básico a la hora de realizar un buen maquillaje. Nuestro cutis debe estar perfectamente limpio para evitar la aparición de imperfecciones creadas por la falta de higiene en nuestra piel. 

Por lo tanto, el primer paso de una buena rutina de maquillaje debe ser lavar bien nuestra cara con un jabón neutro. Te ayudará a eliminar la suciedad de tu cutis, pero también el exceso de grasa que hayas acumulado hasta ese momento.

Escoge el tipo de limpiador que mejor le venga a tu piel. Si tienes la tez muy seca, escoge una loción hidratante; pero si sueles tenerla demasiado grasa, será mejor que utilices un producto oil free. Aplícatelo directamente sobre el rostro y utiliza tus propias manos o un algodón para extenderlo por la cara. A continuación, acláralo con agua.

2 Siguiente paso: Hidrata tu cara

No conseguirás que tu piel quede radiante si no te aplicas crema hidratante antes de empezar con tu maquillaje. Escoge el tipo de cosmético que más se adapta a tu tez. Si, además, utilizas algún producto con factor de protección evitarás que el sol dañe tu piel.

Antes de continuar, deja que tu piel absorba la crema por completo.

3 Empieza con la prebase

Las prebases se han convertido en uno de los pasos imprescindibles para conseguir un acabado de 10. Este tipo de maquillaje te ayuda a preparar tu piel antes de la base, tapar los poros, esconder las pequeñas imperfecciones. Juega con el tono de la prebase para mejorar el aspecto de tu piel.

+ Si tienes la piel de un tono amarillento, utiliza una prebase de color ligeramente morada.

+ Si sueles tener la piel demasiado pálida, un base rosada te dará un toque de color.

+ Si tienes muchas rojeces o granos, apuesta por un cosmético de tonalidad ligeramente verdosa.  

Utiliza una brocha para extender por toda la cara con pequeños círculos.

4 Sácate partido con la base de maquillaje

En lo que se refiere a las bases de maquillaje, te recomendamos que no escatimes en calidad. Una base debe de ser libre de aceites y que tenga factor de protección solar.

¡No caigas en el error más común a la hora de maquillarse! Escoger bien la base es esencial para que el aspecto final sea de lo más natural.

+ El color de tu base

El color de tu piel puede cambiar por sarpullidos, granitos, por el sol, por manchas… Sin embargo, tu tez tiene un color base que se mantiene. Puede ser fría (si tienden a ser azulada, rojiza o rosácea), cálida (si tiende a ser dorada o anaranjada) o neutra (si está entre ambos tonos).

A partir del tono de tu piel, busca la base de maquillaje que más le favorezca. Recuerda que la idea es que al aplicártela desaparezca. Es decir, el objetivo de la base de maquillaje es fundirse con tu piel para hacerla lo más uniforme posible, no hacer que tu tez parezca de otro color.

Lo ideal es que, antes de comprarte un cosmético, lo pruebes en la zona del cuello o en la mandíbula para comprobar cómo le sienta a tu piel.

+ La textura de tu base

Las bases de maquillajes deben adaptarse a las exigencias de cada una: las hay muy cubrientes, ligeras, mates, satinadas, de larga duración, etc. Lo ideal es hacerse con una de cobertura ligera a media, fluida y de larga duración.

La base siempre debe aplicarse con brocha, ya que se extiende mejor y la cantidad de producto utilizada siempre es menor que utilizando las manos o esponjas. Nunca debemos terminar de aplicar nuestra base en el borde de la mandíbula, la base termina por el cuello y nunca con un corte brusco. 

5 Aprende a aplicarte el corrector

El corrector es el mejor amigo de tu maquillaje y debes aplicarlo en aquellas zonas donde tengas algo que corregir, disimular o camuflar.  

Dependiendo del tipo y color de la piel de la zona que debamos ocultar nos decantaremos por un corrector con distinta pigmentación.

+ El corrector amarillo te ayudará a equilibrar las zonas violetas de tu piel como, por ejemplo, las ojeras.

+ El corrector verde es perfecto para tapar rojeces o acné.

+ El corrector azul disimulará las zonas de tu piel que parezcan amarillentas.

+ El corrector marrón te servirá para dar un poco de profundidad a tu rostro.

+ El corrector blanco es un iluminador perfecto.

6 Contouring y strobing, ¿sí o no?

Las famosas se han rendido a las maravillas del contouring y el strobing. Aunque estas técnicas de maquillaje pueden resultar un poco recargadas para el día a día, si las aplicas de una manera matizada te ayudarán a sacarte más partido.

+ El contouring afinará las facciones de tu cara al crear sombras de distintos tonos. Según cómo apliques los colores en tu cara, puedes conseguir que tu nariz parezca más afilada o tus pómulos más prominentes.

+ El strobing juega con el iluminador para dar volumen y brillo al rostro. De esta forma, conseguirás que tenga un aspecto mucho más radiante.

7 Fija tu maquillaje con polvos

Aplica con una brocha grande unos polvos traslúcidos que te ayudarán a fijar tu maquillaje y a reducir los incómodos brillos de la frente.

8 Cómo pintar las cejas correctamente

Unas cejas bien delineadas y con una forma bonita pueden cambiar tu imagen por completo. Cada vez se llevan más las cejas bien marcadas, pero cada rostro necesita un estilo diferente. Es importante que busques un aspecto natural y acorde a la forma de tu cara.

Utiliza un lápiz de cejas del color más parecido a tu cabello para rellenar los pequeños huecos que tengas, pero también para definir su forma. Puedes utilizar un gel con cepillo para peinar los pequeños pelos y que se queden fijos.

9 Paso importante: el colorete

El colorete, ya sea en crema o en polvo, te ayudará a potenciar tus pómulos y, al mismo tiempo, te dará un poco más de vida al rostro.

Uno de los trucos más utilizados para extender el rubor por la zona adecuada es meter los carrillos hacia dentro de la boca. De esta forma, se marcarán más los pómulos y podrás aplicarlo con más facilidad con una brocha. Empieza a la mitad del rostro y extiéndelo hacia la sien difuminando bien los bordes para evitar manchas.

Pero, ¿qué color te favorece más?

+ Si tienes la piel clara, utiliza un colorete en todo rosa o anaranjado suave.

+ Para los rostros de tez un poco más oscura, les favorecen más los tonos malvas.

+ En el caso de las pieles oscuras, el rubor que mejor les sienta es el naranja intenso o morado.

10 Cómo maquillarse paso a paso los ojos

¿Vas a aplicarte una sombra de ojos? Este es el momento para empezar a trabajar tu mirada. Según tus planes de ese día o las prendas de ropa que vayas a llevar, elige tu estilo de sombras de ojos: más o menos oscuro, más o menos recargado, más o menos marcado…

Empieza aplicándote la sombra sobre el pliegue del párpado con un pincel pequeño. Utiliza un tono más claro para la zona central y superior. Utiliza una gota de iluminador sobre tu lagrimal para que tu ojo parezca mucho más brillante.

Puedes utilizar todo tipo de combinaciones de colores: azules, verdes, rosas, tonos tierra, granates… Todo depende del efecto que quieras darle a tus ojos y cómo quieras combinar tu maquillaje.

11 Llegó el momento del eyeliner

El eyeliner es uno de los momentos más temidos por muchas, ya que un movimiento en falso podría echar a perder todo el trabajo hasta el momento. Por eso, es necesario practicar hasta cogerle el truco.

Existen muchos tipos diferentes de delineadores de ojos: en lápiz, líquido, de rueda… Prueba las distintas opciones hasta encontrar aquel con el que te sientes más cómoda.

Traza una raya sobre la línea de tus pestañas por el párpado superior del ojo. Los ojos de gato, es decir, con la raya alargada en dirección a la sien, son muy favorecedores pero poco naturales para el día a día. ¿Eres lo suficientemente atrevida para utilizar un eyeliner de color?  
Aunque es complicado, intenta que la raya de ambos ojos quede lo más parecido posible.

12 El toque mágico del rímel

Despierta tu mirada rizando ligeramente las pestañas con un rizador, sin abusar y sin hacer demasiada presión ya que el pelo de las pestañas si se daña no se regenera. Aplica una capa de máscara de pestañas, evitando crear grumos y una vez seca dale una segunda capa sólo en las puntas. 

Pasa el cepillo por cada una de tus pestañas, incluidas las que están más cerca de tu lagrimal y las del extremo opuesto. Para un toque aún más natural, utiliza un rímel marrón oscuro, pero si lo que buscas es enmarcar tu mirada, apuesta por la máscara de pestañas negra. Con unos pequeños toques notarás que tu mirada cambia radicalmente.

Si crees que tus pestañas son demasiado pequeñas y sueñas con tenerlas más largas, siempre puedes ponerte unas pestañas postizas. Hay modelos muy sencillos y naturales que son apropiados para el día a día.

13 Ha llegado el turno de los labios

Para que tus labios tengan un aspecto perfecto, debes exfoliarlos (puedes hacerlo con un cepillo de dientes) e hidratarlos previamente con vaselina o cacao. De esta forma, no estropearás tu maquillaje con antiestéticos pellejitos por toda tu boca.

Hay muchas formas de pintarse los labios según el aspecto final que quieras conseguir. Puedes empezar con un delineador para definir la forma y para fijar el color. A continuación, aplica un labial o gloss sobre tus labios. Empieza en el centro del labio y extiéndelo hacia los bordes para evitar los excesos. Si quieres controlar más los trazos, utiliza un pincel.

En cuanto a los colores de labiales, hay tantos como te puedas imaginar. Escoge el tuyo según cómo hayas pintado tus ojos, la ropa que vayas a llevar, la ocasión, etc. Por lo general, se puede aplicar una regla universal: si marcas mucho tus ojos, elige un estilo de labios menos recargado y viceversa.

+ A las mujeres que tienen la piel clara les suelen quedar bien los colores fuertes e intensos como, por ejemplo, un rojo o un rosa fuerte.

+ Cuando la piel es morena o dorada apostar por los labiales anaranjados o marrones es un acierto.

+ Aquellas más atrevidas pueden apostar por los labiales azules o negros.

14 El toque final de tu maquillaje

Y, para terminar, hay a quien le gusta aplicar un spray con agua (a unos 30 cm) para fijar bien el maquillaje a la piel. ¡Voilà!

¿Quieres conocer más trucos para saber cómo maquillarse? En Diario Femenino tenemos todo lo que te interesa. 

Y si lo que quieres son ejemplos prácticos para maquillarte en tu día a día (para ir a trabajar, por ejemplo) no te puedes perder los consejos que el maquillador profesional David Francés nos dio en nuestro II Encuentro #EntreNosotras. ¡Dale al play al siguiente vídeo! 

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